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…Política Peronista.

Por Antonio Rougier

Octubre 28, 2022

5.- ORGANISMOS (ORGANIZACIÓN) DE LA CONDUCCIÓN.

LOS ÓRGANOS (ELEMENTOS) CONSTITUTIVOS DE LA CONDUCCIÓN, el orden de la organización de las acciones, su desarrollo permanentemente organizado.

PROGRAMA.

5.- ORGANISMOS (ORGANIZACIÓN) DE LA CONDUCCIÓN

5.1.- El conductor: su acción directa e indirecta en la conducción.

5.2.- Los auxiliares de la conducción.

5.3.-Elementos auxiliares de la conducción: la información, el encuadre del conjunto en la acción, la disposición y el control.

5.4.- La transmisión: los medios técnicos y la acción personal.

5.5.- La ejecución: unidad de acción, amplitud de acción y continuidad de la acción.

5.6.- Control superior y multilateral.

INTRODUCCIÓN:

Concluimos con “la bolilla” o capítulo 5 de Conducción Política, insistiendo con la síntesis de la introducción porque quizá ayude a la comprensión de lo que hoy compartimos.

Este capítulo o bolilla 5 trataría del análisis y consideración del siguiente proceso “activo”:

Un conductor que una vez analizada una situación toma una decisión, que transmite a los auxiliares de la conducción, utilizando los elementes auxiliares de la conducción (la información, el encuadre del conjunto en la acción, la disposición y el control).

Luego se transmite esa decisión al conjunto del Pueblo por medios técnicos y por la acción personal de la conducción y de los auxiliares de la conducción.

Luego se ejecuta con unidad, amplitud y continuidad de acción.

Para finalmente realizar un control superior y multilateral sobre lo realizado y sobre ese control reiniciar el ciclo de: situación, análisis de la situación, resolución, ejecución y control.

Hoy pondremos a su consideración, análisis y estudio los tres últimos temas de este capítulo bolilla:

5.4.- La transmisión: los medios técnicos y la acción personal.

5.5.- La ejecución: unidad de acción, amplitud de acción y continuidad de la acción.

5.6.- Control superior y multilateral.

5.4.- La transmisión: los medios técnicos y la acción personal.

Una de las fallas fundamentales de los políticos es que se reúnen en organismos directivos y conversando dicen: “Bueno, esto hay que transmitirlo”. “Transmítelo” le dicen al secretario. Éste dice a otro: “Transmítelo”.

Pasa el tiempo y la noticia, la orden o la directiva llega a algunas partes y a otras no llega.

A algunas partes llega al día siguiente, a otras al año siguiente; a algunas partes llega completa, e incompleta a las otras.

CÓMO ASEGURAR LA UNIDAD DE ACCIÓN

Esto es algo que tiene un valor importantísimo, aunque nos parezca que no. Que todo el mundo esté igual y oportunamente informado, después de la unidad de concepción, es lo único que asegura la unidad de acción.

De nada vale que nosotros lo pensemos si no lo hacemos pensar a todos los demás que deben actuar.

De manera que esto, que parece una cosa secundaria, es fundamental.

Hay que organizar un sistema de transmisiones permanentes y completo para que las noticias, informaciones, disposiciones, directivas y órdenes lleguen oportunamente y a todas partes, porque si no la aplanadora no se forma.

Esa aplanadora —de que tanto hemos hablado— no marcha, no funciona. Este defecto lo he observado mucho en nuestro trabajo, y es muy común.

Yo recuerdo siempre a los radicales, y menciono esto como un caso de eficacia de las medidas que se toman contra la acción del adversario. Siempre, con los radicales amigos míos, he criticado una cosa: «A ustedes los engañaban en la provincia de Buenos Aires, y con el fraude les ganaban la elección. Ustedes se reunían en el comité, lanzaban un manifiesto y se quedaban tan tranquilos por cuatro años», y la masa también se conformaba.

5.4.1.- Los medios técnicos.

UTILIZACIÓN DE LOS MEDIOS TÉCNICOS

Hay un procedimiento mucho más eficaz que los hombres olvidan, que es el de tomar a la masa en grandes sectores.

Los políticos nunca habían utilizado la radio para su acción.

Más bien utilizaban las conferencias callejeras, donde los hombres los veían.

Yo también me hice ver, primero, porque eso es indispensable.

La acción de presencia y la influencia directa del conductor es importante, pero la mayor parte de la masa ya me había visto y yo entonces, les hablé por radio, que era como si me siguieran viendo.

De manera que yo les hablaba a todos.

Imagínense lo que significa la utilización de los medios técnicos en la política, cosa que no habían hecho mis antecesores.

Por eso me fue posible, el día anterior a las elecciones, dar una orden que al día siguiente todos cumplieron.

Fue así como ganamos las elecciones.

Nuestros adversarios políticos, cuando nosotros dimos esa orden, se reían, pero después del escrutinio ya no se rieron tanto.

Era lógico.

Eran sistemas mediante los cuales asegurábamos una unidad de acción de la masa peronista que ellos no pudieron asegurar.

Esa sorpresa, mediante el mantenimiento del secreto hasta el último momento, fue la que nos permitió, de un solo golpe, decidir la acción a nuestro favor.

5.4.2.-La acción personal.

Cada conductor crea su instrumento, como cualquiera que debe realizar un trabajo.

Nadie lo puede hacer en su lugar, de manera que él tenga algo que agradecer.

Si no lo hace él personalmente, con sacrificio de todos los días, con la prédica constante y permanente, con el ejemplo, si él no se empeña con todas sus fuerzas y con toda su vida —y la vida de un hombre es demasiado corta para hacerlo todo— no podrá conducir bien.

5.5.- La ejecución: unidad de acción, amplitud de acción y continuidad de la acción.

«Es indudable que quien está bien metido dentro de la unidad de concepción ya ha ganado mucho para la unidad de acción.

La unidad de acción es la unidad de concepción en marcha, en ejecución.

¿Qué quiere decir esto?

Quiere decir que, así como en el proceso de la inteligencia, en el análisis y en la determinación de los factores del éxito, en la conducción —o, más claramente, en los objetivos de la conducción— debe haber una absoluta congruencia.

En la acción eso se traduce en el empleo de todas las fuerzas concurrentes»

5.5.1.- Unidad de acción.

LA UNIDAD DE ACCIÓN.

Ese es otro de los peores defectos (el cambiar de objetivos) dentro de la falta de concepción.

Es indudable que quien está bien metido dentro de la unidad de concepción ya ha ganado mucho para la unidad de acción.

La unidad de acción es la unidad de concepción en marcha, en ejecución. ¿Qué quiere decir esto?

Quiere decir que así como en el proceso de la inteligencia, en el análisis y en la determinación de los factores del éxito, en la conducción —o, más claramente, en los objetivos de la conducción— debe haber una absoluta congruencia.

En la acción eso se traduce en el empleo de todas las fuerzas concurrentes. Si en la concepción son las ideas, en la ejecución son las medidas, son las acciones; es decir que a ese objetivo que uno ha determinado congruentemente en la concepción hay que ponerle todas las fuerzas que marchen hacia él, porque si uno pone la mitad de la fuerza para un lado y la otra mitad para otro, el esfuerzo se divide.

Si el esfuerzo es divergente en vez de convergente, ninguna de las fuerzas encaminadas al objetivo va a llegar.

Es decir que se trata de una concentración de esfuerzos, no de una diseminación de esfuerzos.

Esa es la acción de la conducción, y la unidad de acción presupone eso.

Lo cual significa que no debe haber fuerzas en divergencia, sino en convergencia, y que la congruencia en la idea debe ser seguida por la congruencia en la acción.

5.5.2.- Amplitud de acción.

LA CONDUCCIÓN EN GRANDE

Sobre las formas de la conducción en el orden estratégico, en grande, se conduce por grandes directivas, con gran amplitud. ¿Por qué? Porque deben ser cumplidas por todos en distintos lugares, circunstancias y tiempos.

No se pueden dar órdenes que resulten ciertas en una parte e inciertas en otra; que resulten buenas en una parte y malas en otra; débiles en un lado y fuertes en otro.

Hay que dar directivas que permitan que los que tengan que ejecutarlas dispongan de un amplio campo para jugar dentro de todas las soluciones que se pueden presentar.

Por eso se dan solamente directivas para la conducción en grande, o sea grandes líneas de acción con amplio frente para moverse dentro de esa acción.

La conducción táctica se dirige directamente por disposiciones. ¿Por qué? Porque él está viendo la lucha allí y puede decirle al otro: «Haga tal cosa»;, para tener la unidad y la centralización en la dirección de la lucha.

Por eso, cuando actúa el Consejo Superior Peronista, no debe hacerlo por órdenes, sino por grandes directivas de conjunto pero cuando actúa el que dirige la lucha en una localidad, lo hace por disposiciones rígidas, que no deben ser violadas por nadie, es decir, por órdenes.

La conducción táctica es por órdenes, la estratégica es por directivas.

5.5.3.- Continuidad de la acción.

LAS DOS PARTES DEL PLAN GENERAL

¿En qué consiste la continuidad de la acción en la realización de un plan cualquiera?

El plan general consta de dos partes: una de detalle y una general.

Es decir, cuando uno se lanza, a una acción planificada, puede llegar con la previsión racional hasta un cierto punto con todo detalle.

Pero en ese momento en que se empeña una lucha cuya continuación depende de la posición que surja de ella, ya no se puede planificar en detalle.

Un ejemplo aclarará bien esto: nosotros tenemos que realizar una acción política dentro del plan establecido desde ahora hasta la terminación del Segundo Plan Quinquenal.

Nosotros decimos: vamos a hacer esta campaña política; vamos a vencer en las elecciones de 1952 y vamos después a realizar el Segundo Plan Quinquenal, que encierra todos los objetivos, políticos, sociales y económicos.

Yo puedo establecer con detalle todo hasta el 24 de febrero de 1952, fecha en que se van a efectuar las elecciones. Más allá, ¿de qué me vale a mí prever en detalle si a lo mejor puedo perder la elección?

SABEMOS LA DIRECCIÓN EN QUE VAMOS

No hablo de esto con sentido político, sino con el sentido de conducción.

Es sólo un ejemplo para poner en evidencia una acción.

De manera que yo puedo establecer un plan perfectamente bien hasta el día 24 de febrero de 1952.

Más allá solamente puedo tender grandes líneas, porque quién sabe cómo variará la situación.

No solamente se puede perder la elección; pueden producirse antes de la elección disturbios, o bien una revolución; puede declararse la guerra… Desde ese momento, según cómo ganemos la elección, según sea la situación que reste, según sea la situación internacional y según otros factores que podrían producirse, se verá lo que hay que hacer.

¿De qué valdría, señores, prever todo ahora, si después no lo vamos a poder realizar porque la situación ha cambiado?

Nosotros sabemos que hasta el 24 de febrero no va a cambiar la situación. Pero ésta puede variar.

Entonces, prevemos hasta allí; más allá de eso solamente tiramos grandes líneas, como el gran hilo de Ariadna, como una estrella polar cuando se navega con grandes rumbos.

Sabemos la dirección en que vamos, pero no sabemos el camino ni sabemos cómo vamos a sortearlo porque no podemos prever con tanta anticipación.

UNA LÍNEA DE ACCIÓN GENERAL

Para el establecimiento de un plan de esa naturaleza, sólo se puede fijar en detalle hasta donde sea previsible como una línea de acción general.

La continuidad de la acción está en establecerse: de aquí hasta el 24 de febrero, como ejemplo, vamos a marchar hacia tal objetivo, pero si durante ese tiempo nos desvían y nos sacan en otra, dirección, no nos vamos a quedar allí permanentemente para resolver esa situación solamente; resolvemos la nueva situación rápidamente, volvemos al camino e insistimos otra vez sobre el objetivo.

Ese es el concepto de continuidad de acción.

PERSEVERANCIA EN LA ACCIÓN

Vale decir, no es estar siempre accionando, como algunos pueden creer.

No; la continuidad de acción es accionar siempre hacia el objetivo, como las agujas de una brújula, que pasan frente a una, masa magnética, se desvían, pero tan pronto no sienten la influencia de la masa vuelven a marcar otra vez el Norte.

Es decir, ante cualquier influencia que lo saque a uno de la idea primitiva, una vez que desaparece se vuelve a la idea primitiva, para asegurar así la continuidad en la acción inicial.

Esa perseverancia en la acción es uno de los grandes principios de la conducción, para evitar que uno sea desviado del objetivo y abandone el objetivo fundamental, que es el trazado, para desgastarse en un objetivo secundario, perdiendo de vista el conjunto perdiendo también la marcha original del propio plan.

5.6.- Control superior y multilateral.

«Además de la información y del encuadre del conjunto en la acción, es necesario cuidar las disposiciones y el control. Vale decir, que hay que utilizar todos los medios posibles para que las noticias, directivas, disposiciones u órdenes, alcancen oportunamente a los órganos a que están destinadas».

«Los hombres son todos buenos, pero si se los vigila son mejores. Es decir, que en la conducción no puede considerarse solamente que las cosas se han de hacer, sino que se debe tener la seguridad de que se hagan, y que se hagan bien».

«Por eso, todos los organismos de la conducción deben tener sus controles de ejecución».

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