Una Muerte Anunciada
Fotomontaje Adi Posito
Por Alejandro Ippolito
Todo nos enseña qué es lo que no podemos repetir en el futuro…
Luego de una nueva avalancha de medidas antipopulares que no dan descanso a la gente
común, la que vive de su mínima economía cada vez más reducida, quería detenerme aquí,
antes de presenciar la postal de una muerte anunciada, para recordar lo que pudimos hacer en
los años anteriores a la jauría neoliberal aplaudida por idiotas y oportunistas con idéntico fervor.
Cada logro, cada derecho recuperado, cada jubilado que a esta altura del año ya estaba
pensando qué comprar con la tarjeta Argenta que en estos años también le arrebataron.
Planes de progreso, de construcción, de salud, de educación, de integración; que fueron
borrados salvajemente y sin remordimientos. Tanta bandera reducida a jirones, tanta proclama
adormecida, tanto gas pimienta en los ojos de los dolientes, tanta muerte impune presenciada por un pueblo anestesiado que observa el derrumbe y no reacciona.
Todo nos enseña qué es lo que no podemos repetir en el futuro, de qué forma es que tenemos
que volver, de quienes debemos cuidarnos, a quienes debemos sumar. El día de hoy va a ser
una enorme carcajada en el rostro de todos, un puñado de sal en la herida abierta del hambre y
la pobreza.
Un país de patriotas y traidores, de depredadores y devorados, de sabios y de ignorantes, de
militantes e infiltrados, de especuladores y laburantes; todo eso somos y depende de nosotros
para qué lado se inclina la balanza, de nuestra lucha o de nuestra apatía, de nuestra conciencia
o de nuestra pasión por la fantasía que jamás sucede.
Debemos elegir entre el eslogan vacío y las ideas profundas, dos modelos claros de país, no
parece tan difícil.
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