UN SONIDO TAN AMADO
La columna de Cultura de María Macaya
Septiembre 3, 2023
Es muy tarde cuando escribo estas líneas, he dado varias vueltas para decidir el eje de esta columna, yendo de aquí para allá en los temas, que con seguridad los hay en cantidad. Pero es que me circunda una idea, más bien una sensación que casi estoy por descifrar. Claro, no puedo evitar tener conciencia de lo que sucedió hace un año, cómo no la voy a nombrar, Cristina.
Casi matan a Cristina, y eso es impresionante, e impresionante es que parece como si no hubiera pasado nada, ¿todo se diluyó? Quedará como el recuerdo de un episodio violento ¿nada más?.
¿Qué pensará Cristina? Todo lo que dio ¿y nosotros qué? Desde aquel momento se apagó la marea de fuerza que había en la calle. La calle que sonaba estruendosa, vibrante, colmada, llena de alientos, de zapatos y zapatillas contra el asfalto, y los bombos. Si, si! ¡Los bombos! Eso extraño, el sonido de los bombos. Falta eso, me falta ese sonido.
Ese sonido que pega en los corazones. El que llama a la calle a defender, a protestar, a militar, el que hace amontonar a la gente, al pueblo.
La aparición del bombo en las manifestaciones peronistas tiene sus antecedentes sobre ¿Cómo y cuándo? comenzaron a utilizarlo.
Quiero compartir un breve vídeo, “El primer bombo peronista”, el instrumento que originalmente perteneció a Juan Constantino Clidas y que fue donado al Museo Histórico Nacional por su familia.
Cuántas ganas de escuchar ese sonido nuevamente, que nos motive, nos ponga en órbita otra vez, nos haga abandonar las redes por un rato para volver a llenar la calle, ese espacio tan nuestro que ha hecho siempre milagros.


