LA FURIA NO SE CONDENA, SE CONVIERTE EN HISTORIA
Las historias del poder no siempre se narran en los libros de historia, y mucho menos en los códigos legales. A veces se tallan en el cuerpo de mujeres que incomodan. Mujeres que no aceptaron ser musas ni consortes, sino estrategas, líderes, símbolos vivos de una potencia política que la cultura dominante sigue sin saber procesar si no es bajo

