La Universidad piensa y ensaya una computadora argentina. Parte Nº 5
Por Bruno Pedro De Alto
Los proyectos de Ciencias Aplicadas en la UBA.
Durante la noche del 29 de julio de 1966 se produjo uno de los hechos más vergonzosos de la historia argentina. La policía, cumpliendo órdenes del gobierno militar de Onganía, desaloja a bastonazos del interior de las facultades a estudiantes, docentes y autoridades legítimas a bastonazos. Uno de los lugares donde más saña se aplicó fue en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales donde se venía desarrollando, en estrecha relación y colaboración con la Facultad de Ingeniería, para la Republica Argentina un original proceso científico – tecnológico: llevando a cabo trabajos de investigación y desarrollo en el ámbito de la computación. Ocuparse en esos años, dentro de un ámbito universitario, ocuparse en esos años de la computación significaba estar a la par de las vanguardias mundiales del conocimiento.
La creación de nuevos laboratorios electrónicos, el desarrollo de equipamientos propios o la compra de aquellos más actualizados, la construcción de la Computadora Electrónica de la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires (CEFIBA), la adquisición de la primera computadora universitaria (Clementina), la formación de grupos de investigación y desarrollo liderados por los mejores científicos argentinos en cada especialidad y acompañados a su vez por jóvenes graduados y estudiantes, el involucramiento con problemas reales y complejos de la sociedad y la industria demostraron que los liderazgos de García, Sadosky y Ciancaglini le dieron por primera vez al país una verdadera experiencia universitaria nacional de desarrollo tecnológico.
Sin apoyo del sector privado, estas experiencias sólo fueron posibles por estar vinculados con los organismos y las empresas del Estado los cuales se actuaron como dinamizadores del desarrollo económico y tecnológico nacional.
Las experiencias de diseño y construcción de la CEFIBA, los Laboratorios de Semiconductores y de Aplicaciones Electrónicas; los desarrollos del Instituto de Cálculo en los que se aplicaba la computación; y los casos del Instituto de Biología Marina, y de la investigación de métodos de prevención del granizo en Mendoza, más el estudio integral de los suelos en la región chaqueña; etc. en otros ámbitos de la UBA fueron muestras de los esfuerzos de los científicos de posicionarse frente a esas problemáticas nacionales con estrategias basadas en el uso de ciencias aplicadas, como lo resaltaba Oscar Varsavsky, “Indudablemente eso era preferible a dedicar todos los esfuerzos a estudiar partículas elementales, topología algebraica o metabolismos de carbohidratos (…)”[1], sin embargo, el debate interno en la Universidad dentro de los sectores de conducción consistía en saber si se estaba recorriendo el camino correcto. Varsavsky, desde su particular posicionamiento revolucionario creía que aquellos esfuerzos eran aprovechados más por el mismo sistema científico que por el país.
En cambio, Rolando García, identificado con el reformismo analizó que se trató de una estrategia por etapas, a largo plazo, había que “aferrarse a ella tenazmente, en una lucha porfiada, rayana con la terquedad”[2]. En esa estrategia había dos momentos, el primero debía promover “una nueva generación de docentes e investigadores que tuvieran un alto nivel de formación y una clara conciencia de la responsabilidad social que les cabía a ellos, como científicos y a la Universidad, como institución nacional” para ello se debía alcanzar jerarquía, capacidad de trabajo, seriedad y rigor en los estudios e investigaciones que se realizaran. Sin embargo, García reconoció que si bien durante esa etapa se cumplió, llevó un tiempo más largo de lo imaginado. Más tarde se profundizó a través de la formulación de planes más ambiciosos, plazos más largos y una integración mayor con las problemáticas del país. Sería el tiempo de las Ciencias Aplicadas. Si bien desde el primer momento se habían iniciado acciones, como las ya citadas, su despliegue no se llegó a dar a causa del golpe de 1966. La UBA logró ser, según los dichos de García; “… el centro de formación e investigación en las ciencias básicas más importante de América latina”, pero sin “entrar de lleno en la segunda etapa, cuyo objetivo era lograr igual jerarquía en la investigación aplicada” [3].
Si medimos el valor de una Universidad por su producción de ciencias aplicadas, los hitos distinguidos de la UBA son relativos: “Son todos logros, pero vienen encriptados en espacios institucionales que no construyen vínculos con el sector productivo, o que no logran construir redes con el resto del sistema científico” [4]. Ya sea por falta de tiempo de maduración y por oposiciones reaccionarias como afirma García, o bien sea por no constituir vínculos o redes con el sector productivo. O bien el desarrollo científico tecnológico de la UBA que, en la década comprendida entre los años1955 y 1956, no tuvo prácticamente ningún impacto en las innovaciones productivas. Y esto en parte se confirma a través de la escasa repercusión obtenida en las empresas para apoyar el desarrollo de la CEFIBA y los laboratorios de la Facultad de Electrónica o la casi exclusiva demanda del Estado para las actividades de Clementina. El desarrollo científico tecnológico de la UBA entre 1955 y 1966 no tuvo prácticamente ningún impacto en innovaciones productivas.
Cuando sobrevino el golpe de 1966, los intentos de institucionalizar y perfeccionar el impacto del desarrollo científico tecnológico, especialmente en los temas de computación y electrónica, se vieron frustrados. El Consejo Superior estuvo a punto de tratar el proyecto de creación del Instituto Tecnológico de la Universidad de Buenos Aires[5], organismo interdisciplinario de ciencia aplicada basado principal – pero no exclusivamente – en las Facultades de Ciencias Exactas y de Ingeniería. Este proyecto nació del trabajo de la Comisión creada en sesión del Consejo Directivo de noviembre de 1965, y que estaba constituida por los doctores David Jacovkis, Amílcar Herrera, Oscar Varsavsky y por el ingeniero Zanetta[6].

