LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO
Por Daniel Di Giacinti*
Septiembre 29, 2025
La unidad de hoy está construida para la batalla electoral como objetivo último dentro de las formas de construcción política del liberalismo. El pueblo en la tribuna alimentándose de un espíritu competitivo, individualista y meritocrático y los dirigentes disputando a muerte el trofeo de ser gobierno para a partir de ahí imponer “su proyecto” personal o de círculo. Este espíritu de confrontación con la comunidad como espectadora, es el camino hacia la disociación política de la argentina.
Por eso proponemos enfrentar a Milei no con un proyecto de gobierno mejor, sino con la construcción de una democracia mejor que permita la incorporación de la comunidad como protagonista central, gestando una nueva forma de representación ciudadana que deje atrás a una democracia liberal y a una casta dirigencial que ha tomado a la política como carrera profesional y no un servicio hacia su patria. Esta casta ha sido rechazada en dos oportunidades: en la crisis del 2001 y con el ascenso del monstruo. Cómo diría Perón necesitamos poner la política al servicio de la Nación y no la Nación al servicio de la política.
El camino de la unidad solamente se logrará si compartimos un objetivo estratégico común a largo plazo que pueda incorporar a la comunidad toda en el diálogo y que defina un punto convergente en el futuro para diluir los enfrentamientos actuales y transformarlos en una diversidad constructiva.
Si el objetivo en cambio es una confrontación para llegar al gobierno y desde ahí imponer un proyecto con las mismas instituciones liberales, la lucha será a muerte y la división del movimiento detrás de caudillismos circunstanciales se mantendrá alimentado una disociación segura.
Solo el acuerdo sobre un objetivo estratégico a largo plazo podrá atenuar los enfrentamientos gestando un nuevo concepto de autoridad. Hoy estamos ordenados detrás de las expresiones políticas que más miden en términos electorales. Es una disputa entre equipos de militantes que pretenden entronizar “su proyecto salvador” y que se mide en la cantidad de votos que puede lograr. El peronismo no es la lucha detrás de un proyecto preelaborado, es la organización de la voluntad popular para ir construyendo juntos “ese proyecto” en forma permanente.
El Modelo Argentino de Juan Perón no es lograr un acuerdo sobre un proyecto de país pensado por políticos y funcionarios. El Modelo Argentino propone la convocatoria a poner en marcha una autodeterminación popular donde ese proyecto de país sea una construcción dinámica y permanente de toda la comunidad y sus institucionales políticas y sociales. El acuerdo propuesto por el peronismo es para poner en marcha esta nueva forma de representación ciudadana sostenida no sobre ideologías cerradas sino sobre principios comunes que permiten la creatividad identitaria de un pueblo construyendo su destino.

