La historia vuelve a repetirse ¿Otro Plan Bonex?
Por Gustavo Campana
El ex viceministro de Economía del segundo mandato de Carlos Menem y ex presidente de la Universidad CEMA, Carlos Rodríguez; aseguró que antes de las próximas elecciones “se viene un plan Bonex”.
El número dos de Roque Fernández alertó a la clase media sobre la posibilidad de un nuevo canje compulsivo de plazos fijos por títulos públicos. La última vez que se aplicó, fue en la Argentina de Menem. El 28 diciembre de 1989, luego de seis meses peleando sin suerte contra la hiperinflación alfonsinista, entró en vigencia un bono con vencimiento una década después.
Paralelamente se prohibió a las entidades financieras recibir depósitos a plazo, hasta nuevo aviso. ¿Qué busca Cambiemos? Reducir la liquidez de los argentinos con capacidad de ahorro, al cambiar efectivo por bonos. Cayó el 60% de la base monetaria. Inmediatamente hubo menor demanda por bienes, servicios o compra de dólares y fruto de la paz de los cementerios bajó la inflación.
Como siempre sucede, muchos (entre ellos los bancos) hicieron su agosto comprando los bonos a menor precio en el mercado marginal.
El canje se hizo con relativa tranquilidad, porque Menem cuando algunos particulares reaccionaron, ya contaba con mayoría automática en la Corte. El máximo tribunal, con fecha 27 de diciembre de 1990, dictó sentencia en el caso Peralta contra el Estado nacional y el Banco Central de la República Argentina, validando la acción del Poder Ejecutivo con el dictado del Decreto 36/90.
Rodríguez le planteó ayer a Ambito Financiero, que las herramientas con las que cuenta el macrismo para frenar una nueva corrida cambiaria, son dos: tenés plata para comprarte todos los pesos que hay o comprás todos los pesos de prepo con un Bonex. “Pero insisto, el principal problema que tiene la Argentina es el ANSES. Ahí tenes que intervenirlo con una ley. Investigar todo. Pero respetar a los jubilados que sí pagaron. Los que aportaron son la mínima parte del total. Y la segunda problemática viene de la mano del sistema político. Para conducir una empresa que maneja “x” números de dólares precisás tres personas. En Argentina, en lugar de tres personas necesitas mil. Necesitamos trescientas veces más personas que los que necesita el sector privado. Tenemos un sistema de management insólito. Eso cuesta muchísima plata. No son los sueldos. Son las boludeces que hacen”, amplió el ex funcionario menemista.