La Escuela Superior Peronista – Curso de introducción a la Conducción…

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…Política Peronista.

Por Antonio Rougier

Noviembre 4, 2022

PARTE II

LA MÉDULA MISMA DE TODA LA PARTE DE LA CONDUCCIÓN.

6.- LA CONDUCCIÓN, PARTE TEÓRICA:

EL CONDUCTOR, LA TEORÍA, LAS FORMAS DE EJECUCIÓN

INTRODUCCIÓN:
Como dice Perón explícitamente, los cinco capítulos anteriores trataron sobre “los prolegómenos de la conducción” o como interpretamos nosotros: la parte donde Perón nos indica lo que debemos tener en cuenta para “hacer”, para realizar la conducción con éxito. Y a continuación nos propondrá lo que debemos “ser”.
Pero hoy vamos a compartir con ustedes una introducción que hace Perón y que figura en la segunda parte del capítulo 4 en la edición de 1974. Capítulo dedicado, como hemos visto a “los Organismos de la Conducción”.
https://www.escuelasuperiorperonista.com/doc/CONDUCCION.1974.pdf
Y a continuación dará la explicación de por qué empieza ya a tratar sobre “el conductor” aunque tenga planificado explicarlo en la “próxima clase”:
“Todo lo que hemos hablado, como prolegómenos de la conducción, es muy importante, pero la médula misma de toda la parte de la conducción la comenzaremos a tratar en la próxima clase, hablando del conductor como la parte vital del arte de la conducción, sus condiciones morales, intelectuales y partidarias. Haré una rápida recopilación de lo que yo creo que debe ser el conductor, para después entrar inmediatamente en lo referente a la parte inerte del arte”.
A estos párrafos de Perón, le damos especial importancia ya que divide a “la materia Conducción Política” en dos partes: lo visto hasta acá, “los prolegómenos de la conducción” y lo que veremos a continuación será “la médula misma de toda la parte de la conducción”. Lo que Perón nos propone “ser” para conducir al éxito.
Por eso empezamos, como hace en realidad Perón, a tratar “la bolilla 6” que se refiere al “conductor, la teoría y las formas de ejecución”.
Ponemos a continuación el programa que hemos realizado nosotros con el objetivo (ojalá logrado) de facilitar la comprensión de este capítulo tan importante.

PROGRAMA ESQUEMA
6.1.- El conductor: parte vital del arte; sus condiciones morales, intelectuales y partidarias.
6.2.- La teoría: parte inerte del arte de la conducción. Sus grandes principios:
6.2.1.- La información, el secreto de la información, la sorpresa.
6.2.2.- La unidad de concepción, la unidad de acción.
6.2.3.- Disciplina partidaria, obediencia, iniciativa.
6.2.4.- La economía de fuerzas.
6.2.5.- La continuidad del (en el) esfuerzo.
6.2.6.- Dominio local y general, popularidad y prestigio, dominio de una masa y libertad de acción.

6.2.7.- Adoctrinamiento, acción solidaria, organización.
6.2.8.- Preparación de la masa, cultura cívica y selección humana.
6.2.9.- Acción cuantitativa y la acción cualitativa, la acción política y la acción técnica.
6.2.10.- El sentido de ubicuidad de la política en la conducción y el sentido popular de la conducción.
6.3.- Formas de ejecución:
6.3.1.- Preparación, publicidad, propaganda, medios de acción.
6.3.2- Ejecución estratégica, ejecución táctica.
6.3.3- Agentes de ejecución, métodos de ejecución.
6.3.4.- La lucha, sus objetivos generales y sus objetivos limitados.
6.3.5.- Procedimientos estratégicos y procedimientos tácticos en la conducción política.

6.1.- El conductor: parte vital del arte; sus condiciones morales, intelectuales y
partidarias.
«Esa acción directa e indirecta del conductor, su ejemplo, sus virtudes, sus defectos, sus métodos, sus sistemas, transcienden todos hasta el último escalón de la masa.
«De tal palo tal astilla»
Como él sea, será la masa.
Sus virtudes las cosechará en los hechos y sus defectos los sufrirá también en los propios hechos.
Esto es sumamente importante.
Por eso, uno debe tratar, aunque no sea nada, de serlo todo, si tiene la responsabilidad de la conducción».
Ideas previas
a.- El arte tiene una parte vital, el artista y una parte inerte, la teoría.
“El arte está compuesto siempre de una parte vital, que es el artista y de una parte inerte, que es la teoría del arte.
Lo primero que quiero presentar es lo que considero que constituye el artista en la conducción.
Como en todas las artes, la conducción no escapa a las reglas generales. Quiero presentar al conductor como considero que debe ser: cuáles son sus valores y cualidades, para después considerar directamente la teoría del arte, analizando una serie de principios que lo caracterizan”.
b.- El arte de la conducción tiene teoría: los principios, pero sin la inspiración del artista no hay arte.
Que existen principios, es indiscutible, porque si no existieran, la conducción no sería un arte. Y es arte y tiene principios, porque de lo contrario no sería arte.
Cristalizando unos cuantos principios, y analizándolos, nos iremos metiendo suavemente, como un tornillo, dentro del arte mismo, pensando que de nada vale la teoría si no se tiene un poco de artista.
Lo que la teoría puede dar es una técnica, y esto no es solamente técnica.
La teoría sirve al arte, pero si no hay un artista se hará una obra perfecta, pero sin vida. La inspiración es del artista. En esto todos tienen un poco de artista, según la cantidad de gotas de óleo sagrado de Samuel que Dios ha puesto en cada uno.
c.-Todos tenemos algo de artista que se perfecciona con el método.
Unos lo hacen con acierto y otros con menos acierto, porque de artista y de loco, como dicen, todos tenemos un poco.
Todo el mundo tiene, en esto, un poco de artista. Pero eso se perfecciona extraordinariamente por el método.
Los antiguos decían que al arte se llega por dos caminos por el genio o por el método. Los que no tengamos la suerte haber recibido mucho óleo sagrado, por lo menos tengamos la perseverancia de persistir en el método para arrimarnos al arte.
Por otra parte, la conducción no requiere solamente genios; necesita hombres medianos y de trabajo, que muchas veces son más eficaces.
d.- Debe haber ejercitación y enseñanza práctica de los principios de la conducción para formar hombres capaces de tomar una resolución y ejecutarla.
Yo trataré, en pocas clases, de poner en evidencia esos factores de éxito o de fracaso en el análisis del conductor y de la teoría de la conducción.
No queremos formar hombres que sepan hablar de la conducción, sino que sean capaces de tomar una resolución y ejecutarla.
Esa ejercitación es la que va a ir dándole alas a uno para comenzar a volar en la aplicación de los grandes principios de la conducción.
e.- No hay nada mejor que la propia experiencia para aprender la conducción ya sea estratégica o táctica.
Yo podría hablarles años sobre esto, porque me he pasado la vida estudiando, pero nunca podría transmitirles la enseñanza que ustedes sacarán en cuatro o cinco trabajos sobre situaciones que ustedes estén obligados a analizar, a aislar y a familiarizarse con los factores del éxito y del fracaso, como así a apreciar situaciones concretas, tomar resoluciones concretas y preparar un plan, para llevar a cabo una acción táctica o estratégica en la política.

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