La Belleza
Foto Dominicasbcn
Por Luciano Debanne*
Recordemos, en este año que pronto comienza, que a cada quien le corresponde el derecho inalienable a la belleza.
A acceder a la belleza, a disfrutar de la belleza, a ser parte de ella.
Que esa es la brecha que nos separa: la posibilidad, real, tangible, cotidiana, de acceder, gozar y ser parte de la belleza.
Y no hablo, solamente, del acceso a productos, producciones, cosas. Del arte, y lo canónico, y lo divertido.
No.
Hablo de la posibilidad de acceso, de tener el tiempo, y las fuerzas, y el alma permeable. Y las ganas de apostar a que todo sea, para cada quien, más bello. O de solo poder disfrutar, lo que ya está ahí.
Hablo de oportunidades, de conocimiento, de recursos, y de tener la panza llena para andar con el corazón abierto. Y así poder ver, oler, escuchar, sentir, en medio del trajín de la vida.
Tenemos derecho a la belleza.
Y pobre de aquel que le baje el precio a ese derecho. Pobre de aquel que siga pensando que eso viene después. Pobre de aquel que crea que no se juega ahí una de las grandes batallas. Pobre de aquel, y pobre de aquellos a quienes condenan a la fealdad en nombre de vaya a saber qué cosa.
En este año que empieza, recordemos que a cada quien le corresponde la posibilidad de ejercer, plenamente, el derecho a la belleza.
Y que en la medida en que eso no se cumpla, hay una llaga abierta cada vez que hablamos de la humanidad.
Recordemos, en este año que comienza, que la tarea es multiplicar el acceso a la belleza. Recorrer ese camino, ayudar a que nadie quede atrás.