JURO QUE TE VÍ

VisiónPaís/ octubre 30, 2024/ Sin categoría

Por Viviana Britos

Noviembre 27, 2020

 

Nadie me cree, pero yo te vi.
Llegamos no sé cómo, tampoco nos importaba.
Comenzaste a caminar primero con algo de desconfianza. Estiraste un pie y sorprendido, dibujaste una sonrisa que se convirtió en una risa sonora y cristalina.
Yo me animé a seguirte.
Saltabas con un solo pie, como un chico jugando a la rayuela y tu cara se iluminaba. Volabas del rojo al naranja, del amarillo al verde. Allí te detuviste, haciendo equilibrio con los brazos extendidos a cada lado, quizás pensando, no sé.
Creí que iba a alcanzarte, pero no pude.
Seguiste al azul, al índigo y al violeta; brincando volviste al principio.
Desde abajo se ve como una pincelada de colores, sin embargo es un camino
ancho sobre el cual se puede transitar, con la magia del cielo azul que te abriga.
Cuando se toca un color con el pie, se vuelve más brillante y un sonido tibio sube por las piernas y llega al corazón. Cada color tiene el suyo y combinados son una verdadera sinfonía. Si te quedas quieto, los sonidos se acallan igual que las teclas de un piano en silencio.
La luz suave nos inundaba por completo y era tan placentero que la dicha cerraba mis ojos.
Una leve brisa se deslizaba por mi cara y cuando llegó a mis manos, creí tocarla.
El aire era un médium y un aroma a sopa de verduras me llevó a la casa de mi abuela.
No sé cuánto pasó, aquí el tiempo no tiene medida.
Al abrir los ojos, estabas lejos, te grité y te pedí que volvieras conmigo. Te reías como un niño.
Ya no te volví a ver.
Quizás estés deslizándote ahora por los toboganes de colores.

Compartir esta entrada