JUJUY, CONTINUIDAD DE LUCHA ANCESTRAL

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La columna de Cultura de María Macaya

Junio 25, 2023

Dejando por un rato la cuestión de candidaturas y sorpresas de último momento, el conflicto en Jujuy no ha cesado, por el contrario es necesario continuar haciéndolo visible ya que tiene especial relevancia apuntar al fuerte sostenimiento de la democracia.
Con la intención de profundizar lo que sucede en Jujuy gobernada por Gerardo Morales, un violento, un represor, un “virrey”, me empeño en buscar un poco de luz recorriendo archivos que evidentemente me demuestran que todo permanece igual desde hace varios siglos.

Reproduzco a continuación algunos fragmentos de fuentes que me ayudan a comprender, con el deseo que aporten interés a quienes lean esta columna.

“Los miembros del pueblo kolla son herederos de los primeros pobladores que llegaron a la
región hace unos 12.000 años y que más tarde formaron parte del Tawantinsuyu, el gran estado inca que alcanzó su apogeo en el siglo XV.
El sudeste del Incario fue llamado Kollasuyo, término que proviene del nombre de un gran grupo étnico del Lago Titicaca. Sus habitantes eran mayoritaria pero no exclusivamente aymaras. Parte de la zona andina de esa región correspondiente al actual territorio argentino incluía una variedad de grupos étnicos: chichas, atacamas, casabindos, cochinocas, lípez, atapamas y uros en la Puna; omaguacas, uquías, tilcaras o fiscaras o tiscaras, purmamarcas y tilianes en la Quebrada de Humahuaca; ocloyas, paypayas, churumatas, gaypetes, osas, yalas, azamatas, tomatas, omanatas y yapanatas en el pedemonte andino. El orden colonial reconoció parcialmente las identidades de estos pueblos y paulatinamente los incorporó a todos bajo la categoría de “indios”.

 

La tierra y el territorio siempre estuvieron en la base de los reclamos más significativos y
convocantes de los kollas. El modo singular de crianza de animales y plantas y la relación con
la tierra son uno de los núcleos de su forma de vida y una firme base de su identidad. Allí se
anclan las principales relaciones comunales, muchas ceremonias, costumbres y creencias, y son una importante referencia de su memoria histórica. En ese marco, son centrales las luchas
por el territorio y la reproducción de sus formas de vida, cultura y sociabilidad.

 

Batalla de Quera

¿De quién será la tierra?

El 4 de enero de 1875, en Quera, fue la última batalla de los kollas puneños en resistencia por la propiedad de la tierra.

“Apostados en la cresta del monte y a la madrugada, ya alcanzaron a ver los espías a los que en número de más de mil llegaban desde Salta. Tropas de fusileros regulares, perros de Sánchez de Bustamante, la larga mano de Nicolás Avellaneda que los estrangulaba desde Buenos Aires.
Pudieron en Cochinoca. En Quera no pudieron.
Al caer la tarde, fue la desbandada en Abra Pampa. Unos huyeron a los cerros, otros doscientos cuarenta fueron alimento de la propia tierra y otros, para alegría aristocrática, fusilados en plazas públicas de Rinconada, Santa Catalina y Yavi. Decenas de cadáveres colgaron durante días, pudriéndose a la vista, por puro escarmiento, nada más.
Pelearon hasta que se agotaron las pocas balas, hasta que se rompieron todas las lanzas, hasta que no quedó en los cerros ni una sola piedra más por ser arrojada.
La batalla de Quera es el trágico hito de la derrota, la expropiación y el genocidio de la población indígena del norte argentino.”

***

“Jujuy tenía una composición indígena del 90 por ciento. Casi todos habitantes de tierras ancestrales; pequeños productores agropecuarios donde hubiese agua y rudimentaria explotación minera de superficie para una economía familiar y pre-capitalista.
El avance de la oligarquía terrateniente, propulsado por la iglesia y el ejército, produjo una concentración tal de los territorios que, ya a mediados del siglo XIX, sólo 30 familias eran dueñas de la provincia entera.
Las etnias originarias quedaron reducidas a la Encomienda. Pasaron a entregar al propietario parte sustancial de su producción, a pagar el arriendo y a ofrendar su mano de obra cuantas veces este lo demandara.
Durante un breve intervalo y para su “reordenamiento”, las tierras pasaron a manos del Estado. Luego de estas manos, todas a manos de sus nuevos propietarios. Hubo leyes y reformas, y como consecuencia, nunca la tierra volvió a sus habitantes originarios.”

 

Los derechos sobre el territorio, el ambiente y la participación, reconocidos por la Constitución, entran frecuentemente en conflicto con las acciones de inversionistas y el sesgo de gran parte del Poder Judicial a favor de ciertos actores económicos y de nociones privatistas de los derechos reales.

Completo esta columna con “Romance de los indios sublevados La Batalla de Quera» poema de Domingo Serpa.

Fuentes: “Pueblos Indígenas en la Argentina. Historias, Culturas, Lenguas y Educación” Ministerio de Educación, Presidencia de la Nación.
Martin Medero, para La Tinta.com.ar.
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