Homenaje a Azucena Maizani
La columna de Cultura de María Macaya
Enero 16, 2022
La Ñata Gaucha y Azabache eran los apodos de Azucena Maizani, cantante de tangos y compositora nacida en Buenos Aires el 17 de noviembre de 1902.
Azucena Maizani abrió el camino a comienzos de la década del 20 a la participación definitiva de la mujer en el tango en el que solo triunfaban los hombres.
Se presentaba en el escenario vestida con ropas de gaucho, así se la vió en la primera película argentina totalmente sonora TANGO.
En palabras de Néstor Pinsón y Ricardo García Blaya «Azucena fue romántica y temperamental. Cantaba con emoción letras que retrataban los amores y fracasos de muchachitas humildes de barrio, en realidad un relato de su propia juventud».
Su debut profesional fue el 23 de julio de 1923 en el Teatro Nacional con «A mi no me hablen de penas» de Alberto Vaccarezza, una obra que no tenía letra, pero ella cantaba el tango «Padre Nuestro».
La Maizani grabó alrededor de 270 temas, entre ellos «Malena» de Homero Manzi y Lucio Demare y
de Manzi y Fernández Siro. Fue una de las primeras intérpretes de los tangos de Enrique Santos Discépolo con «Esta noche me emborracho» «Malevaje» y «Soy un arlequin». Cantó en Radio Belgrano y Radio El Mundo. En 1932 regresa de una gira por España y Portugal, luego de dos años de ausencia nuevas figuras femeninas de la canción habían surgido, Ada Falcón, Mercedes Simone, Dorita Davis, Tania, Libertad Lamarque.
En la década del 40 comienza su decadencia, continuó cantando unos años más, en 1966 sufrió una hemiplejia, casi olvidada murió el 15 de enero de 1970.
Los y las invito a escuchar su voz en «Pero yo sé», «La canción de Buenos Aires» de la película Tango, 1933 y «Mano a mano».