Gorilas en la niebla
Fotomontaje Adi Posito
Por Alejandro Ippolito
El canciller Faurie y el ministro de producción, Dante Sica, llamaron al presidente, que estaba en Japón, desde Bruselas: “Perdone que lo despierte, presidente”–
«Presidente, lo felicito; en su presidencia se logró… veinte años de negociaciones: tenemos
acuerdo Mercosur-Unión Europea», fue la frase que el canciller argentino, Jorge Faurie,
pronunció ayer -embargado por la emoción- para informar la trascendente novedad al
presidente Mauricio Macri.
Esta inmensa cortina de humo, montada necesariamente para tratar de instalar un discurso
acorde con un progreso prometido semestre tras semestre sin otros resultados que la sequía
de inversiones y la creciente pobreza; se esparce sobre la población con intenciones de ocultar
en la neblina los números en rojo de una economía a punto de estallar. Era de esperarse una
maniobra como esta, construida sobre una torre de mentiras y falsos escenarios de bonanza
futura que no son otra cosa que una clara promesa de pauperización del trabajo y más cierres
de industrias nacionales.
Más de una vez hemos rescatado aquí el sincericidio de la vicepresidenta (todavía me cuesta
creerlo) Gabriela Michetti, cuando dijo allá por febrero de 2016: “El modelo de país para Macri
es la India” y no conforme con esa contundente afirmación, agregó: “Basta, basta, basta de
Industrias, vamos hacia un modelo agroexportador y de servicios”. Esta confesión de parte es
hoy corroborada por este principio de acuerdo entre un alicaído Mercosur y una Unión
Europea que no disminuye su afán colonialista de siempre.
Las noticias hablaban de un “acuerdo histórico” tras 20 años de negociaciones lo cual no es
cierto tal como veremos más adelante y en la sección “Contextos” ya que nos fueron 20 años
de negociaciones continuas sino que se interrumpieron, precisamente, cuando el Mercosur
tenía intenciones proteccionistas en la región y no se iba a arrodillar ante los requerimientos de
la Europa mezquina y oportunista. Ese paréntesis se dio cuando en Argentina gobernaba
Néstor Kirchner y en Brasil hacía lo propio Lula da Silva. Esas famosas negociaciones, que hoy
ven la luz de la prosperidad y el futuro venturoso gracias al “mejor equipo de los últimos 50
años”, comenzaron en aquellos años del desguace nacional comandado por la máquina de
privatizar menemista y se suspendieron durante los años de gobiernos nacionales y
populares en la región y luego, con el advenimiento de la oligarquía terrateniente y su eterna
visión de la Argentina agro-exportadora, se retomaron en el 2016.
Lo que se promete, ya que no es un hecho sino que las instancias de aprobación de los
diferentes congresos de cada país involucrado deben refrendar este acuerdo y eso llevaría
unos dos años aproximadamente, es una supuesta apertura de los mercados europeos a los
productos del Mercosur. La quita de aranceles supuestamente pondrían en una situación más
ventajosa a aquellos productores que logren aguantar las condiciones económicas entre diez y
veinte años, ya que la promesa de arancel CERO, llevaría esa cantidad de tiempo para
cumplirse.
Básicamente el acuerdo que celebra el gobierno como una iniciativa “inteligente” es el
episodio reiterado de nuestra historia en la que Europa nos deja sus espejos de colores y se
lleva el oro en sus modernas embarcaciones. Según consigna en su edición del sábado 29 de
junio el diario Página/12: “En términos generales, los puntos clave del acuerdo promueven la
liberación de las exportaciones agropecuarias hacia Europa por parte de los países miembros
del Mercosur, mientras que los productos industriales con valor agregado entrarán libremente
a los países del Cono Sur”, y agrega que: “La Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono
Sur (Ccscs) rechazó el acuerdo suscrito entre los organismos de la Unión Europea (UE) y el
Mercado Común del Sur (Mercosur). Mediante un comunicado, la agrupación, que comprende
a las 20 principales centrales sindicales de Argentina (CGT, CTA), Brasil (CUT), Chile, Bolivia,
Paraguay, Uruguay (PIT-CNT) y Venezuela afirmó que el acuerdo «es la sentencia de muerte de
nuestras industrias y de gran parte de nuestro trabajo decente y empleo de calidad. Alertamos
a nuestros pueblos sobre el funesto impacto que este acuerdo tendrá para el sistema
productivo de la región en general, y para ciertas ramas de producción estratégicas en
particular», rezó el documento suscrito por el organismo.”
La niebla mediática que ha cubierto el accionar de los gorilas en estos años, las tropelías
económicas y los desfalcos, con fuga de capitales y blanqueos obscenos incluidos, se
predispones esta vez a visibilizar tras la humareda una apertura al mundo que los gobiernos
“populistas” le habían negado a la industria nacional con esa estúpida obstinación por
proteger el mercado interno y promover el consumo nacional. Así como celebraron el
maravilloso “acuerdo” con los fondos buitres a poco de asumir y en estos últimos años
festejaron el “acuerdo” con el FMI que no era otra cosa que la extrema unción de los
prestamistas internacionales, hoy vuelven a proyectar como una ventaja que pongamos de
rodillas a la industria nacional y volvamos al paraíso conservador y oligarca de la exportación
de productos primarios agropecuarios y compremos manufacturas y productos
industrializados a los europeos. El granero del mundo, que en boca de Macri se convirtió en la
promesa de ser “el supermercado del mundo” no tiene en cuenta el trabajo de calidad ni la
superación de los alarmantes niveles de hambre, indigencia y pobreza que destrozan nuestro
tejido social.
Acompañados convenientemente por un sector de clase media colonizado por los medios que
aplauden cada una de las monerías del gobierno y llevados en andas por aquellos que tienen
en la Argentina más del 60% de sus intereses económicos en tanto acreedores, como es el
caso del FMI; el desgastado gobierno de Macri y sus laderos que aún le quedan se juegan esta
última carta, y vaya a saber que concesiones habrán hecho con tal de lograr esta nueva foto
mentirosa y el vídeo de las palmadas del canciller en la espalda del patético ministro de
Producción, Dante Sica.
Este dudoso acuerdo de Bruselas tuvo otro protagonista central para nada menor, el ministro
de agroindustria, Luis Etchebehere, acusado de esclavista y defraudaciones varias.
Este patrón de estancia es el que hoy sale por diversos medios a decir que este acuerdo va a
ocasionar más y mejor trabajo para los argentinos, con mejores condiciones y beneficios. Más
y más humo de un grupo de funcionarios que han entendido, un poco por consejo de Durán
Barba y otro poco por tradición personal, que mintiendo llegarán muy lejos y podrán tomar
por idiotas a los habitantes del espanto cuantas veces quieran. Con cara de cemento y
sobre actuaciones rimbombantes, desde el presidente hasta el último secretario, salen a decir
las mentiras más descaradas sin ruborizarse. Protagonistas de un saqueo descomunal y un
maltrato hacia el pueblo con escasos precedentes en democracia, se valen de cualquier
recurso para continuar con su lógica de “si no hay pan, por lo menos que haya circo”.
Tengamos en cuenta que muchos de los integrantes de la banda gubernamental tienen
intereses en negocios agropecuarios, desde el presidente y la vice, para abajo y este nueva
perspectiva de engordar aún más sus cuentas particulares en dólares, amerita incluso que el
canciller “despierte” al presidente para darle la buena nueva.
“El padre»
Don Franco Macri, desde Socma (Sociedad Macri), compró a fines de la década del 90 dos
campos en la zona de Orán (Salta) que suman 20.000 hectáreas y son conocidas con el nombre
“El Yuto”. Pagó por ellas 1,8 millones de dólares (90 dólares la ha). Con una fuerte inversión en
riego está haciendo algodón, poroto y soja principalmente. Se asoció con la empresa Anderson
Clayton para montar una desmotadora en las cercanías (Salta Cotton), y ahora que ya está
asociado con empresas chinas en un puerto de Santa Fe y en el Ferrocarril Belgrano, anda en
tratativas con la empresa aceitera de ese país Sanhe Hopefull.
Hace dos años se ha asociado con capitales de Israel y tecnología de la Universidad Ben Gurión
para hacer un poco más de 2.000 has de hortalizas para exportar a Europa.
En su momento manifestó que “el agro es fundamental para el logro del objetivo estratégico
de duplicar la facturación en los próximos cinco años”.
«El hijo»
En declaraciones al diario santiagueño El Liberal del 7 de setiembre del 2006, Mauricio Macri
dijo: “Yo me retiré de la vida empresaria y estoy justamente en el tema de la ganadería en
Santiago del Estero, soy socio de José Uriburu que es un viejo inversor en la provincia.
Seguimos trabajando en la cría de ganado de exportación en el establecimiento La Pastoril
Santiagueña, estamos en unas 20.000 cabezas y tenemos la idea de incrementarlas en un 20%
más.” (PCR – 2010)
Y por supuesto, no podemos dejar de lado la intención permanente del gobierno de producir a
toda costa la tan ansiada (por ellos y el FMI) Reforma Laboral. El mercado competitivo que el
acuerdo de Bruselas expone necesitará de mano de obra barata, a los niveles de China o la
India precisamente, una brecha cada vez más marcada entre ricos y pobres, exclusión masiva
como política de Estado, jubilaciones decrecientes y rumbo a la privatización de las cajas; un
panorama de “sálvese quien pueda” que preocupa y enciende una nueva luz de alerta entre
los trabajadores y los sectores sindicales de nuestro país y de la región en donde Macri y
Bolsonaro se han erigido en los principales títeres de los intereses económicos imperialistas
y una oportunidad inigualable para os piratas europeos de arrasar una vez más con las
riquezas de América del Sur.