EN TIEMPOS DE DISTOPÍAS HABLEMOS DE UTOPÍAS
Cultura por Viviana Britos
Marzo 23, 2025
Tomas Moro en 1516 escribe un libro llamado Utopía. Un término inventado por él de origen griego ou («no») y topos («lugar»). Por lo tanto, literalmente significa «no-lugar».
Ese “no lugar” imaginado por Tomás Moro es descripto como una isla llamada Utopía.
“La isla cuenta con cincuenta y cuatro ciudades excelentes y grandes, idénticas las lenguas, las costumbres, la organización y las leyes y también la distribución y su aspecto en cuanto lo permite la superficie” 1 .
Describe con maestría: magistrados, oficios, relaciones, viajes, esclavos, el arte de la guerra, las religiones: un Estado ideal.
Moro concluye en parte:
“Cuando contemplo estas naciones que actualmente florecen por doquier, no veo en ellas y Dios me salve, otra cosa que las malas artes de los ricos, que realizan sus negocios bajo pretexto y en nombre de la comunidad. Imaginan e inventan todas las trampas posibles, tanto para almacenar la mayor riqueza adquirida ilícitamente como para obtener al menor precio posible las obras a costa de los sudores de los pobres, haciéndoles trabajar como bestias y estas perversas intenciones las dictan los ricos como ley en nombre de la sociedad y de los mismos pobres, por lo tanto.” 2
No fue escrito ayer, fue escrito en 1516: 509 años de distancia.
Es por eso que la palabra utopía y su contrario distopía son actuales en todos los discursos.
El libro termina con las siguientes palabras:
“…confesaré con sinceridad que en la República de Utopía has muchas cosas que deseo ver en nuestras ciudades” 3
Somos muchos que pensamos lo mismo.
El lunes 17 de marzo del 2015 en el Centro Cultural de la Cooperación, Álvaro García Linera realizó, como invitado, una conferencia, una clase magistral sobre Qué es el Estado, Lo ideal y lo material de la política 4 , menciona entre otros tantos conceptos que:
“El poder de estado es su fuerza vinculante”.
“El Estado es una forma de unificación política de la sociedad. La fuerza material de lo común, el conjunto de los bienes simbólicos y materiales que centraliza y moviliza ese Estado”.
“El Estado no es un sujeto revolucionario de la sociedad ya que no puede convertirse en algo diferente de la sociedad de la cual emerge”.
“La utopía de los revolucionarios es que lo común sea infinito y el monopolio sea cero. La utopía de los liberales es que el monopolio sea infinito y lo común sea cero. Ambos son ideales utópicos”.
Quizás sea posible entender que la utopía, en este marco histórico, político y social tenga que ver con las bellas palabras de Eduardo Galeano:
«La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar»
Caminemos, pensemos, actuemos.
“La fuerza de la derecha se sustenta en nuestras debilidades. El silencio del progresismo profundiza la labor de penetración de la derecha” García Linera.