EL HOSPITAL GARRAHAN: UN FARO EN LA SALUD PÚBLICA QUE NECESITA APOYO

VisiónPaís/ julio 1, 2025/ Sin categoría

Imagen : Maria Verónica Ramírez

Por Sofía Perrone

Julio 1, 2025

Emblema de excelencia en salud infantil en toda Latinoamérica, el Hospital Garrahan enfrenta hoy una de sus luchas más urgentes.
Sus trabajadores y trabajadoras, médicos, enfermeras, técnicos y personal administrativo,  alzan sus voces por aumento de salarios dignos y condiciones laborales adecuadas. Pese a su entrega
cotidiana, sienten que sus reclamos son sistemáticamente ignorados.

Mientras tanto, el Presidente Javier Milei, quien ha llegado a definirse a sí mismo como “una persona cruel”, ha sido duramente cuestionado por su falta de sensibilidad frente a estas necesidades esenciales. En medio del conflicto, una publicación en redes sociales dirigida a un niño de 12 años con autismo generó un repudio generalizado.

La médica pediatra Gabriela Bauer lo expresó con claridad:

 

-Tenemos un presidente que es una bestia cuando se refiere a los niños y niñas y adolescentes, y no salimos a defenderlos ni como salimos a los jubilados. Es una bestia como habló en la campaña, como se refirió indirectamente porque nunca los mira a la cara.
No sabe decir niña, niño, adolescente ni chico sabe decir, sabe decir perro, sabe decir envaselinados, pero no sabe decir eso y no mira la cara y se da el tupé en el medio del conflicto que le estamos evidenciando de insultar a un niño por Twitter.
¿Qué nos pasa?…
¿De dónde?…
¿Qué hicimos?
¿Qué no hicimos bien?…
Entonces hay oportunidades y me parece que esta oportunidad de reflexionar en conjunto, de consensuar en conjunto, de correr de las grietas, porque cada uno piensa como piensa, es construcción colectiva pura.
Tomémoslo como caso índice.
Pongamos a los pibes en el centro de la escena porque nos va a ir muy mal. Cae la natalidad, hay una crisis de recursos que se dedica al cuidado de los chicos, no solo de la parte de salud. Hay crisis de recurso humano en educación, no quieren ser maestros y también en los servicios de protección. Las tres patas que nuestras infancias necesitan están diciendo, no quiero dedicarme al cuidado de chicos.
Por suerte hablan ellos y dicen lo que dicen.
Las maravillas que han dicho estos días defendiendo el hospital, la maravilla de un Ian o de los niños y niñas que están bregando por su derecho a la discapacidad, al cuidado de su discapacidad, es para que cerremos los ojos, respiremos y miremos para abajo, no miremos tanto para arriba, miremos para abajo y ahí va a estar la respuesta.

 

 

Lejos de apaciguar el conflicto, el propio presidente profundizó su postura en un reciente discurso, donde afirmó:

 

“La crueldad, sí, soy cruel. Soy cruel con ustedes, con los gastadores, con los empleados públicos, con los estatistas, con los que le rompen el culo a los argentinos de bien.”

 

Y agregó:

 

Mientras que las basuras, las ratas inmundas, mis ex compañeritos de trabajo, reventaban el resultado fiscal con políticas demagógicas, nosotros ajustamos y la gente está mejor.”

 

Estas declaraciones, cargadas de odio y violencia verbal, no solo descalifican a quienes trabajan en el Estado, sino que ignoran el valor humano y profesional de quienes sostienen instituciones como
el Garrahan.
El Hospital no es solo un orgullo argentino: es un bastión regional que salva vidas a diario. Hoy, más que nunca, necesita nuestro respaldo.

Porque defender al Garrahan es también defender la dignidad, la niñez y nuestro futuro común.

 

 

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