“El dolor más puro es el de haber sido tan feliz”.

VisiónPaís/ agosto 1, 2018/ Sin categoría

El Indio Solari y Eva Perón.

Por Pablo Vázquez*

La aparición de “El ruiseñor, el amor y la muerte”, último álbum del Indio Solari, exponen en sus últimas 15 canciones sus influencias musicales, literarias y políticas. En este último caso, junto a la Pasionaria, resalta la figura de Eva Perón.

En estos días circuló una supuesta imagen de Evita teniendo en brazo a un chico, atribuyendo la identidad del menor al citado Solari. Según Marcelo Figueras: “Cuando era un bebé, Carlos Alberto «El Indio» Solari habría estado en los brazos de Eva Perón. La primera dama se cruzó con el artista en Paraná, durante una gira que el gobierno había iniciado por el interior del país…Fue cuando el padre del Indio era jefe del Correo y en la época en que estaban en Entre Ríos hicieron una gira.”

Es cierto que Evita acompañó a Perón en su campaña presidencial por enero de 1946 por el litoral argentino, viajando en el futuro yate presidencial “Tecuara”, y que posteriormente en mayo de 1947 volvió a esa región antes de su gira europea.

También está comprobada la estrecha relación de Perón y Evita con Oscar Nicolini, futuro ministro de Correos y Comunicaciones, dándole particular importancia la pareja presidencial al enlace postal y la red de carteros como vínculo directo con sus seguidores, por lo que una visita al correo local en Paraná era una cita obligada.

La foto en cuestión, que circula por las redes en estos días, fue en el marco de una reunión con sindicatos en el restaurante Babilonia de la ciudad de Buenos Aires circa 1946, encontrándose publicada en el libro Eva Perón, el retrato de su vida, de Tomás de Elía y Juan Pablo Queiroz, de 1997. Dicha imagen fue lograda en su época por el fotógrafo Alfredo Mazzorotolo, teniendo su hija Teresa los originales de la misma.

Es lamentable no contar con la foto original de Evita junto al Indio como infante, pero nos queda el recuerdo del propio Solari y la emoción de saber que ambas personalidades en algún momento se conectaron, aunque sea momentáneamente.

Una, la Dama de la Esperanza para los descamisados; el otro, el símbolo de artista sin claudicaciones para legiones de seguidores angelados. Ambos, artistas y militantes del campo nacional y popular, escudos nuestros ante la embestida neoliberal de esta “moderna soledad”.

*Lic. en Ciencia Política (UAJFK); Doctorando en Comunicación (UNLP); Docente de la UCES; Miembro de Números de los Institutos Nacionales Eva Perón y Juan Manuel de Rosas.

 

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