EDUCACIÓN

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Por Viviana Britos para @visionpaisarg

Septiembre 15, 2024

En este mes de septiembre donde se conmemoran el día del maestro y el día del profesor, es importante hablar de educación.
La educación pública en nuestro país se la debemos a Sarmiento y a Perón.
Casualmente los dos Domingo. Domingo Faustino Sarmiento y Juan Domingo Perón.

Domingo Faustino Sarmiento (San Juan 15 de febrero de 1811 ​– Asunción, 11 de septiembre de
1888). Político, escritor, docente, periodista, militar y estadista argentino; gobernador de la provincia de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, senador nacional por su provincia entre 1874 y 1879 y ministro del Interior en 1879. Considerado como un gran prosista castellano. La educación pública y el progreso científico del país fueron su meta.
Polémico y discutido, centró la mayor parte de su esfuerzo gubernativo en la promoción de la educación.
Creó las primeras escuelas normales, tomando como ejemplo la Escuela Normal de Paraná, fundada en 1870. ​ Subvencionó la primera escuela para sordomudos, que era privada.
Continuando con la política de su antecesor, fundó los Colegios Nacionales de La Rioja, Santa Fe, San Luis, San Salvador de Jujuy, Santiago del Estero, Corrientes, San Nicolás de los Arroyos y de Rosario.
Fundó escuelas de arboricultura y agronomía en San Juan, Mendoza y en San Miguel de Tucumán y Salta.
Propició la creación y el desarrollo de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), que hasta la actualidad fomenta el fortalecimiento de las bibliotecas populares en tanto organizaciones de la sociedad civil e impulsa su valoración pública como espacios físicos y sociales relevantes para el desarrollo comunitario y la construcción de ciudadanía. En la capital fundó
la Biblioteca Nacional de Maestros. Y mucho más.
La Ley 1420 fue promulgada durante la presidencia de Julio Argentino Roca y es considerada la base primordial del sistema educativo nacional.
El eje fundamental se centró en la gratuidad y obligatoriedad escolar con el objetivo de que la escuela fuera un medio al alcance de los niños y niñas. Uno de los temas de confrontación fue la laicidad, la incorporación de contenidos religiosos en los programas escolares.

“La Ley 1420 dice educación común y no es una palabra menor. Pensar la educación común, la educación de los iguales, educación obligatoria, se pone en la base del proyecto. En cierta forma, una primera lectura que se puede hacer de la Ley 1420, es que cierra todo el debate educativo del siglo XIX e inaugura el debate educativo del siglo XX” Pablo Pinau

 

La Ley 1420 establece la educación común para todos los niños y niñas, con interesantísimos avances en cuestiones de igualdad de género, sobre todo para la época. No olvidar el contesto histórico. Hay que pensar, que no fue sólo un trabajo de Domingo Faustino Sarmiento sino de una de las personas que más lo acompañó y más ideas le brindó, como fue Juana Manso.

Desde el 8 de Julio de 1884 hasta su derogación por la dictadura cívico militar, en 1978 cuando se transfirió las escuelas de la dependencia nacional a las jurisdicciones dónde estaban y terminó de completarse, en 1992, cuando el menemismo se sancionó la Ley federal de Educación.
La Ley Federal de Educación N.º 24.195 fue una legislación argentina que regulaba el derecho de enseñar y aprender en todo el territorio nacional. Fue sancionada el 14 de abril de 1993 durante la primera presidencia de Carlos Menem y derogada en 2006 mediante la Ley de Educación Nacional N.º26.206.
La ley 1420 estuvo en vigencia 109 años.
La ley 24.195 estuvo en vigencia 13 años.

La actual Ley de Educación Nacional 26.606 en vigencia, promulgada en 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner y la ya electa la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, dice en el:
Artículo 2: – La educación y el conocimiento son un bien público y un derecho
personal y social, garantizados por el Estado.

Juan Domingo Perón (Lobos, 8 de octubre de 1895 – Olivos, 1 de julio de 1974).
Político, militar y escritor argentino, tres veces presidente. Es el fundador del peronismo, la única persona en ser elegida tres veces presidente de su país y el primero en ser electo por sufragio universal masculino y femenino.
Es el primero que comienza a hablar de la educación como un derecho, y por lo tanto de la gratuidad de la Universidad Pública, el 22 de noviembre de 1949.

Este logro obtenido a través de un decreto del entonces presidente Juan Domingo Perón, compromete al Estado nacional a dotar a las universidades de los recursos necesarios para alcanzar este propósito. Como resultado de esta sanción, la matrícula estudiantil aumentó exponencialmente, pasando de 66.212 estudiantes en 1949 a 135.891 en 1954. Sin embargo, el camino recorrido no fue sencillo y tuvieron que pasar 45 años para que finalmente la gratuidad tuviera rango constitucional.

 

Si bien el decreto de gratuidad se confirma en 1949, las luchas por esta democratización llevaban décadas. Como antecedente más relevante, se puede citar a la Reforma Universitaria de 1918. Esta gesta estudiantil, que tuvo su epicentro en la Universidad Nacional de Córdoba, estuvo caracterizada por el anhelo de la reforma social y un espíritu democratizador. Sus protagonistas
cuestionaron el carácter arancelado y elitista del ingreso a estas instituciones, donde sólo las clases altas y acomodadas podían estudiar.

Gracias a esta lucha, se lograron aspectos clave que para la educación superior tal como la conocemos, como libertad de cátedra, autonomía universitaria, cogobierno, extensión universitaria, concursos de oposición y antecedentes, becas universitarias y compromiso con la comunidad. Además, los estudiantes habían logrado incorporarse al co-gobierno universitario, pero no habían
removido uno de los principales obstáculos para el acceso popular y masivo a la Universidad: el arancel universitario.

En 1949, todas las universidades argentinas (Buenos Aires, Córdoba, Cuyo, La Plata, Tucumán y Del Litoral) eran públicas y aranceladas. Retomando las ideas de los reformistas, el Primer Plan Quinquenal Justicialista (1947-1951) planteó que el Estado instauraría la gratuidad de la universidad para los estudiantes de bajos ingresos.
El primer paso de este proyecto había sido la creación de la Universidad Obrera Nacional en 1948, luego convertida en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). La intención era servir como instituto superior de formación técnica y formar profesionalmente a la clase trabajadora y favorecer su movilidad social.

 

Un año después, a través del Decreto Presidencial N° 29337 , se estableció la gratuidad de todas las universidades públicas del país y el compromiso gubernamental para su financiamiento. Además, se le otorgó carácter institucional a la autonomía universitaria planteada décadas atrás por los reformistas. Sin embargo, la gratuidad constituyó un principio en disputa, ya que fue anulado en los gobiernos de facto para ser recuperado definitivamente con la apertura democrática de 1983 y reforzado con su estatus constitucional en 1994, que se mantiene vigente hasta nuestros días, en los que, además, se incluyen sistemas de becas para que los sectores más desfavorecidos también puedan acceder a sus aulas.

En la actual Ley Educación Superior 24521 promulgada en 1995, establece en el ARTICULO 2º bis:

«Los estudios de grado en las instituciones de educación superior de gestión estatal son gratuitos e implican la prohibición de establecer sobre ellos cualquier tipo de gravamen, tasa, impuesto, arancel, o tarifa directos o indirectos»

 

Ante el actual conflicto de la educación universitaria y de la educación en general, solo hay que leer, y sacar las propias conclusiones.
Yo he sido asistido a la Educación pública en todos sus niveles y fue la Universidad de Buenos Aires, orgullo del país y del mundo, dónde obtuve el título profesional, que me permitió movilidad social y me formó éticamente como ciudadana de mi país.
Por una educación pública y gratuita.

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