Domingo 30, Murió Héctor Timerman.
Por Alicia Vicchio
Periodista, culto, amigable y amable, fue canciller de la Nación en el gobierno de CFK.
A los 65 años, murió Timerman. Tenía cáncer, y procuraba un tratamiento experimental en los Estados Unidos de Norteamérica, que prolongó su estadía terrestre un poco más. Descarnó en su amada patria argentina.
Periodista, culto, amigable y amable, fue canciller de la Nación en el gobierno de CFK.
Dos instituciones judías, la DAIA y la AMIA, judearon al judío ex canciller, por ese invento del pacto con Irán. Un juez, Bonadio, un sistema corporativo de medios, e integrantes de una sociedad perversa judearon al judío.
Cuando escriban la historia detallen cómo lo lastimaron sin piedad. Cómo no lo autorizaron a salir del país y demoraron su tratamiento, por pura crueldad, para después (por oficio de la humana abogada GracianaPeñafort) lograr viajar a la clínica norteamericana. El destiempo afectó su tiempo.
En la cuenta regresiva que transita entre el 2018 y 2019, en la madrugada de terror, entre ráfagas de viento, truenos y relámpagos, de lluvia intensa, tan intensa como fue su breve vida, partió Héctor, casi un símbolo de lo que le hicieron atravesar en sus últimos meses. En medio de la tempestad dejó este mundo.
Ya ni sufre los ataques de los idiotas («si se dice nacional y popular, porqué se trata en Norteamérica», escribieron) ni los embates de monstruos que se disfrazan de jueces, dueños de medios o ‘periodistas’.
No se fue ni «de gira’ ni al ‘Comando Celestial’. Queda pensar que no descansará en paz. ‘Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos’, porque permanecen en la memoria popular. En su caso por defender la soberanía como ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, desde junio de 2010 hasta diciembre de 2015.
Que esa Memoria haga Justicia, y con la Verdad escriba quiénes mataron a Timerman, además de la enfermedad que lo terminó minando.
Vaya un «¡Hasta siempre, y gracias!», para el querido compañero.-

