¡CÓMO DUELE!

VisiónPaís/ marzo 17, 2024/ Sin categoría

Cultura por Viviana Britos

Marzo 15, 2024

En algunos portales de los diarios se lee:

El desguace del INCAA paraliza la actividad cinematográfica

La nota continúa:

La semana pasada, después de una reunión de los trabajadores con Carlos
Luis Pirovano, presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes
Audiovisuales (INCAA),  empezó a circular un comunicado oficial en el
que ATE Incaa enumeraba una serie de puntos que expresaban las
intenciones del gobierno de Javier Milei en relación al Instituto. El
documento advertía sobre la negativa de las autoridades a reincorporar 170
trabajadores despedidos (en su mayoría monotributistas) y anticipaba la
posibilidad de profundizar el plan de desguace con más despidos (algo que
Pirovano atenuó con la categoría de “no renovación de contratos”), el cierre de
las plataformas digitales de contenidos audiovisuales nacionales (Cine.Ar y
Cine.Ar Play), la venta del cine Gaumont, la privatización de la Escuela
Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc) y
el desfinanciamiento de estrenos, festivales, programas y prestigiosos
eventos como el Festival de Mar del Plata o Ventana Sur.
Resolución publicada en Boletín Oficial.

Página 12 – 13 de marzo de 2024

 

El cine es una de las tantas industrias nacionales que nos identifica.
Ayer en la puerta del Cine Gaumont se realizó una manifestación de apoyo al INCAA que terminó con represión.

¿Qué es el INCAA?

Hagamos un poco de historia. Es necesario saber qué están intentando destruir.
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (conocido por sus siglas INCAA) funciona como órgano público, hoy, del ámbito del Ministerio de Capital Humano de la Nación, teniendo a su cargo el fomento y regulación de la actividad cinematográfica en todo el territorio de Argentina y en el exterior en cuanto se refiere a la cinematografía nacional.
Fundada el 15 de enero de 1958, hoy 66 años.
Anterior al INCAA, en 1947 se sanciona la Ley 12.299, de fomento a la cinematografía, donde se prevén aumentos al financiamiento a partir de créditos baratos a los estudios o productoras promovidos por el Banco Industrial. Por otro lado, se sanciona que todos los cines deben exhibir una película argentina al mes, las políticas oficiales fueron la protección de la industria cinematográfica.
Como resultado, en 1950 se logra un récord histórico con la producción de 58 películas.
Con la Revolución Libertadora, en 1955, se cortan los créditos y el cine enfrenta una nueva crisis, se suspende por completo la producción, se suspenden los créditos y se deja caer el sistema de fomento a la industria cinematográfica local. Como consecuencia, a fines de 1956 no se estaba
rodando ninguna película en el país.
En 1957 termina con 15 estrenos nacionales contra 697 extranjeros. También son intervenidos todos los institutos provinciales de cine y luego desmantelados.
En 1958 se crea el Instituto Nacional de Cinematografía (INC), que a diferencia de las experiencias anteriores este instituto será nacional, modificada posteriormente por la ley 17.741.
Entre los años 1967 y 1971 estuvo bajo la órbita de la Secretaría de Difusión y Turismo.
En el 2004 se crean los Espacios INCAA, un programa, con el propósito de garantizar la exhibición de las producciones cinematográficas argentinas, incluidas las de estreno comercial, paso digital o menores y cortometrajes. Para esto, fue de vital importancia contar con pantallas dedicadas con exclusividad al cine argentino. Recuperar la tradición cinematográfica que tuvieron los argentinos, la de vivir el cine como hecho cultural y social, como arte y entretenimiento.
En 2015 el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) programaba cine argentino en 55 salas de todo el país, con más de 18 000 butacas, 90 festivales, cines móviles y concursos.
​En 2017, comenzó una política de recortes presupuestarios para el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales del país, cuya consecuencia fue el cierre de muchos de los festivales de cine, entre ellos el de las Tres Fronteras (organizado por la gobernación de Misiones en sus dos ediciones de 2014 y 2016), Ventana Andina (organizado por la Secretaría de Cultura de Jujuy en
2014 y 2016) y festival de cine de la UNASUR (organizado por la gobernación de San Juan desde 2012 hasta 2015). ​

Esta breve cronología nos permite por un lado tener claro la importancia de esta industria a nivel nacional e internacional y por otro lado la intencionalidad ideológica de cada uno de los momentos históricos.
Si el Instituto es un ente público no estatal, ¿por qué nos dicen que las medidas son para recortar los gastos del Estado?
Muchas voces se dejan oír: directores, productores, técnicos, actores, sindicalistas.
Nicolás Vetromile ( delegado de ATE) aporta datos concretos: el cine genera 700 mil puestos de trabajo directos e indirectos y 300 mil puestos anexos; por cada peso que aporta el Estado a la industria audiovisual, esta devuelve cinco a la economía real y representa el 5% del PBI.

«Es una industria pujante que el jueves marchará para defender no sólo el cine sino la cultura, porque es lo que le da vida y soberanía a un país».

 

 

Películas, documentales, series, premios nacionales e internacionales que nos llenan de orgullo.
Por los trabajadores, por el pueblo, por nuestra cultura, no permitamos que esto suceda.

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