Ajuste en un hospital modelo
Recorte de un 42,9 por ciento para El Cruce, de Florencio Varela
Trabajadores del centro de excelencia de Florencio Varela denuncian el achique, la falta de insumos y hasta la disminución en la provisión de bidones de agua. El deterioro del servicio de un centro de alta complejidad creado hace diez años.
Informe Azul Tejada
Trabajadores del Hospital El Cruce de Florencio Varela, establecimiento médico de excelencia con el mayor número de transplantes hepáticos, renales y de medula ósea del país, denunciaron el vaciamiento de la institución. Además de los problemas de insumos, indefinición de la situación laboral de doscientos profesionales contratados y las bajas paritarias ofrecidas –15 por ciento en tres cuotas, cuando se exige un mínimo de 25 por ciento–, el jueves de la semana pasada las autoridades informaron un recorte presupuestario del 42,9 por ciento. Esta semana, como prueba del vaciamiento que amenaza el nivel alcanzado por el hospital, se redujo la cantidad de bidones de agua potable disponibles por una deuda con la empresa proveedora. Para denunciar la situación y exigir la restitución del total del presupuesto, el próximo jueves 28 de junio a las 11 se realizará un abrazo solidario bajo la consigna “Salvemos al Hospital El Cruce”.
El hospital de alta complejidad en red, creado en 2007, demostró ser un modelo de gestión y de resultados sanitarios exitosos. Sin embargo, el Estado viene llevando a cabo un achicamiento que está afectando tanto a los pacientes como a los trabajadores. “Anteriormente teníamos insumos disponibles en cantidad. Lo que pasa, ahora, es que como se está comprando de a poco, de a puchos, hay días en que por ejemplo nos quedamos sin jeringas”, denunció Damián Zamorano, enfermero del servicio de admisión al paciente crítico. Debido al recorte presupuestario, “se postergan cirugías y tenemos muchísimos problemas para resolver dolencias complejas: cirugías cardiovasculares, trasplantes, colocación de prótesis, de ortopedias. Todo lo que implique un alto costo se va postergando, se va pateando la pelota hacia adelante. El paciente, lamentablemente, termina falleciendo antes de recibir la prótesis o la cirugía correspondiente”, explicó el enfermero.
Desde el miércoles, según informaron los trabajadores, hay una gran falta de bidones de agua potable en el hospital. “Anteriormente había 350 dispensers. Lo que hicieron durante esta semana fue reducir esa cantidad a 40. Por lo tanto, están entregando muchísimos menos bidones. Se agotan rápidamente. Se dice que hay una deuda de tres meses con la empresa que los entrega”, explicó Zamorano. “En el servicio de pediatría, que es lo más preocupante, han sacado los dispensers, con lo que esto significa. Hay madres con sus hijos internados y esto es totalmente perjudicial, tanto en el armado de la leche como en la higiene de la mama. Tampoco pueden hacerse infusiones durante la noche”, agregó.
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Fuente Página 12

