A 90 años de la invención de la cosechadora autopropulsada…

VisiónPaís/ abril 7, 2019/ Sin categoría

La cosechadora desarrollada por Alfredo Rotania, en la ciudad de Sunchales, 
provincia de Santa Fe, en 1929

…Otro invento argentino.

Por Bruno Pedro De Alto

Patentada en 1929, Alfredo Rotania revolucionó el mercado agrícola al crear una máquina que usaba el motor de la trilla para impulsar toda la cosechadora y de este modo lograr que tuviese tracción propia.

Historia, antes de la historia de Rotania

Una trilladora o máquina trilladora es una máquina agrícola que separa el grano de trigo y otros cereales de la paja, elimina ésta y limpia el grano mediante zarandas o cribas. Reúne, en una sola máquina, tres tareas que desde la antigüedad se realizaban separadamente: la trilla, la aventada y la limpieza de los granos.

Antes de su mecanización había tres formas principales distintas de trillar los cereales (separar el grano de la planta): manualmente golpeando las gavillas (manojo de plantas con cereal) con el mayal (herramienta de golpear), mediante el pisoteo de las gavillas en la era (zona donde se trilla) con bueyes o caballos, o arrastrando un trillo (madera plana con metales sobresalientes) tirado por caballos o mulas sobre las gavillas. Separado el grano de la paja era necesario eliminar ésta, lo que se hacía mediante la aventada, arrojando el material trillado al aire con palas especiales u horquillas, en un día ventoso. El viento se llevaba la paja quedando el grano en la era. También llegaron a fabricarse aventadoras de accionamiento manual que hacían esta tarea. Finalmente, de ser necesario, se cribaba o zarandeaba el grano para quitar las impurezas restantes.

A partir de mediados del siglo XVIII se trató de mecanizar estas tareas. Fue Andrew Meickle (1719-1811), un mecánico escocés, quién logró la primera trilladora que funcionó correctamente en la práctica en 1786. La máquina trillaba batiendo las gavillas entre un cilindro giratorio y un cóncavo enterizo fijo, o sea trabajando por impacto. Ventiladores y zarandas aventaban y limpiaban los granos. Impulsada por cuatro caballos, la trilladora de Meickle podía trillar alrededor de 0,7 toneladas de trigo por hora. Después de patentar su invento, comenzó a fabricar trilladoras a partir de 1789. A comienzos del siglo XIX se van perfeccionando las trilladoras pasando a cóncavos abiertos o sea como parrillas. Hasta mediados de ese siglo, eran impulsadas por caballos girando en un malacate. Cuando comenzaron a difundirse los motores a vapor éstos reemplazaron con ventaja a los caballos, permitiendo trilladoras de mayor capacidad de trabajo. El motor a vapor fue especialmente ventajoso cuando sus hogares se adaptaron a quemar paja, un subproducto de la trilla, en lugar de carbón o leña.

 Trilladora de la primera mitad del siglo XX.

Durante el siglo XIX Gran Bretaña fue líder en la fabricación de trilladoras, liderazgo que en el siglo siguiente fue pasando gradualmente a Estados Unidos. Dado que un equipo de trilla (locomóvil y trilladora) requería una inversión importante, era usual su propiedad por contratistas que iban de explotación a explotación a trillar.

La capacidad de trabajo de las trilladoras fue aumentando con el tiempo, llegando a principios del siglo XX a unas 2 toneladas de trigo por hora con una dotación de unos 25 hombres. En trabajo humano esto equivale de pasar de unas 50 horas-hombre por tonelada trillando con mayal (y unas 40 con pisoteo de caballos o bueyes) a unas 12 horas-hombre.

Una nueva tecnología comenzó a difundirse a partir de la década de 1920: así como la trilladora reunió en una sola máquina trilla, aventada y limpieza, la cosechadora reemplazó la segadora y la trilladora. A partir de mediados del siglo XX la trilladora pasó a ser un recuerdo del pasado.

La cosechadora de Rotania.

Alfredo Rotania. Nacido el 20 de febrero en 1885, en Loreto, provincia del Cune, Italia.

Don Alfredo Rotania se instala con un taller en la localidad de Sunchales en el año 1915 para atender las necesidades de la zona, se asocian a esta empresa sus hermanos, Miguel, Fernando y Enrique, dedicándose entre los años 1920 a 1930 a la fabricación de elementos para máquinas trilladoras a vapor, a su vez se dedicaban a la explotación de este tipo de máquinas trillando parvas de trigo y lino, llegando a tener cuatro equipos, siguiendo luego la fabricación de máquinas corta trillas de arrastre a caballos o tractor. Esta experiencia da origen a la idea de que estas máquinas podrían desplazarse por sus propios medios.

Don Alfredo comienza sus experimentos en 1927, consiguiendo su propósito al crear una máquina llamada «Espigadora-Trilladora con adaptabilidad de un tren automotriz en el rodado delantero». Así se la especifica al otorgársele en fecha 18 de diciembre de 1929 el título de: «Patente de invención» reconociéndosela como la primera cosechadora automotriz del mundo, y que poco después fue lanzada al mercado, marcando así el fin de la tracción a sangre en los trigales. La marca Rotania alcanzó meritorio prestigio en los campos de la Argentina y en otros países sudamericanos a través de millares de unidades producidas. La fábrica “Alfredo Rotania y Hnos”, fue fundada por los hermanos Alfredo, Miguel y Fernando, que en un principio se dedicaron a fabricar el tubo mecánico lanza paja, que fue luego desplazado por la corta trilla, y de allí nació la idea de fabricar otro tipo de cosechadora.

El registro de invención fue expedido el 18 de diciembre de 1929, estableciendo a esta creación como la primera cosechadora autopropulsada del mundo, certificada bajo las patentes de invención Nº 32397 y Nº 35472.

Alfredo Rotania, propuso mejorar las cosechadoras tiradas a caballo o tractores. Corría 1926. Creía que debía usarse el motor de la corta trilla también para impulsarla, y tener así tracción propia. De manera que en 1927 comienzan las gestiones para patentar ese invento y al tiempo se gesta la fabricación de cinco unidades de la llamada “cosechadora automotriz”. De esas cinco maquinas cuatro quedaron en el país. Una la adquirió una empresa de EEUU -la despiezaron en tres partes para poder cargarla en avión-.

La empresa también fabricó otros elementos: la máquina para cortar barras de manteca de la empresa Sancor, además de otros implementos como tractores, motoniveladoras, autohileradoras, niveladoras de arrastre, plataforma recolectora de maíz, equipos poroteros, equipos sojeros y molinos de viento. La industria creció y llegó a tener más de 400 empleados en la planta de 16.000 metros cubiertos. Produjo maquinarias para el país a través de más de 60 concesionarios, y también para Brasil, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Bolivia y República Dominicana.

En la década del 90 la crisis golpeó con fuerza al sector metalmecánico argentino y dejó a muchas empresas en el camino, entre ella a Rotania.

Edifico donde funcionaban los talleres de Rotania. Adquiridos por el Municipio de Sunchales, hoy alberga la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario.

Video:

Rotania, la primera cosechadora autopropulsada vuelve a cosechar 90 años después

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