La Escuela Superior Peronista – Curso sobre Introducción a la Conducción…
…Política Peronista.
Por Antonio Rougier
Agosto 19, 2022
PARTE I
CAPÍTULOS PRELIMINARES DE LA CONDUCCIÓN
PRIMERA BOLILLA: ELEMENTOS DE LA CONDUCCIÓN.
Antes de empezar con el primer capítulo o “bolilla” de Conducción Política me parece oportuno aclarar el significado de lo que ponemos como “Parte I, Capítulos Preliminares de la
Conducción”.
Perón, al concluir la bolilla o capítulo cinco de Conducción Política expresa:
“Señores: por hoy yo doy por terminada esta clase con la que he cerrado los capítulos preliminares de la conducción y desde la próxima clase deseo entrar directamente en la conducción”.
“Todo lo que hemos hablado, como prolegómenos de la conducción, es muy importante, pero la médula misma de toda la parte de la conducción la comenzaremos a tratar en la próxima clase,
hablando del conductor como la parte vital del arte de la conducción, sus condiciones morales,
intelectuales y partidarias.”
Deducimos entonces que todo lo que veamos desde la bolilla uno a la cinco es considerado por Perón como “capítulos preliminares” a la conducción o “prolegómenos de la conducción”. Por lo
tanto, “la médula, el meollo” está, según él a partir de la bolilla sexta.
PRIMERA BOLILLA: ELEMENTOS DE LA CONDUCCIÓN.
1.1.- Objeto y comprensión.
El título real de este primer sector es: Objeto, comprensión y arte. Pero en este encuentro compartiremos sólo lo referido al objeto y la comprensión por su significado y sentido en el
pensamiento de Perón. Tratando siempre de contribuir a la comprensión de sus textos que, al
ser Perón un intelectual de alta precisión en los términos, cada palabra esconde significados
profundos.
1.1.1.- La conducción: Su objeto.
«El objeto de la materia Conducción Política es capacitar para la conducción. Decimos capacitar,
no enseñar, porque la conducción no se enseña.
La conducción más bien es una facultad que se desarrolla, que una cuestión teórica que pueda
aprender»
ENSEÑAR: el acto de enseñar es aquel en el cual una persona transmite (desde afuera) un
conocimiento, un valor, una actitud a otra.
Simple transmisión de conocimientos (desde afuera).
Capacitar designa la acción de proporcionarle a una persona nuevos conocimientos y herramientas para que desarrolle al máximo (por sí mismo) sus habilidades y destrezas en el desempeño de una labor.
El que tiene por sí mismo capacitad para algo, para recibir y crecer él mismo como el árbol que
al recibir agua crece por sí mismo.
La palabra capacitar está formada con raíces latinas y significa «preparar a alguien para algún
trabajo, puesto o actividad”. Sus componentes léxicos son: capax, capacis: (lo que tiene fuerte
tendencia a recoger o contener en su interior, lo espacioso, como por ejemplo un recipiente
capaz. Referido a las personas, quien puede recoger o asumir tareas o funciones considerables
debido a su predisposición, resistencia o habilidades para ello), -tas (sufijo que indica cualidad),
más el sufijo -ar (terminación usada para nombrar verbos).
Podríamos decir de “la capacitación” es una enseñanza específica, particular y que requiere,
como en el caso de la conducción, aprendizaje, conocimiento y comprensión profunda de la
tarea.
Volviendo al “objeto” de la conducción, lo primero para decir es que no debemos olvidar nunca
que Perón fue militar y “profesor de Estrategia e Historia Militar” por muchos años. En sus
escritos la palabra “objeto” y “objetivo” tiene casi siempre el significado de “finalidad” tomado de
su acepción militar: blanco para ejercitarse en el tiro. Punto o zona que se pretende alcanzar u
ocupar como resultado de una operación militar.
Estamos hablando por lo tanto de la “finalidad” de la “materia” Conducción Política que, por
supuesto tiene por “finalidad”, por “objeto” capacitar para la conducción política.
La “definición” de conducción política es otra cosa y trataremos de descifrarla a continuación.
Además de la definición original como “facultad que se desarrolla” veremos otros aspectos
extraídos del mismo texto de Conducción Política para entender la complejidad de lo que vamos
a encarar:
“La conducción es un arte, y los artistas no se forman, desgraciadamente, en las escuelas. Las
escuelas dan técnicos, pero no dan artistas”.
“La conducción es un arte simple y todo de ejecución”.
“La conducción es una sola cosa para lo político, para lo social, para lo económico, para lo
militar y para todos los órdenes”.
“La conducción es un arte de ejecución simple: acierta el que gana y desacierta el que pierde.
Y no hay otra cosa que hacer”.
“La conducción es la lucha y el gobierno es construcción”.
“La conducción es trabajo con elementos humanos antes que ninguna otra cosa, y los
elementos humanos tienen sus características propias que se relacionan con el tiempo, con su
evolución, o con el lugar, que es la modalidad propia de los pueblos”.
“El sectarismo es el primer enemigo de la conducción, porque la conducción es de sentido
universalista, es amplia, y donde hay sectarismo se muere porque la conducción no tiene
suficiente oxígeno para poder vivir”.
“La conducción es posible cuando existe el objeto (la masa) que se ha de conducir”.
“Hablar de la conducción es fácil, pero lo difícil es conducir”.
“La conducción es difícil precisamente porque la principalísima exigencia de la conducción es
crear, y hasta ahora lo que más difícil se le ha presentado al hombre es la creación.
“El éxito es alcanzar el objetivo. Lo prepara, lo organiza, lo realiza, y cuando llega allá, le saca
provecho. La conducción es, lisa y llanamente, la construcción de éxitos, y el conductor es un
constructor de ellos.
“El conductor es un constructor de éxitos y la conducción es la elaboración de esos éxitos por
intermedio del conductor, que utiliza una técnica, una inspiración y su capacidad propia”.
“El método conduce al esquema, el esquema a la rutina, y la conducción es la antítesis del
esquema y de la rutina.
Pero se necesita método para la ejecución y también se necesita método para la concepción.
Pero, si uno se somete al método, fracasa; hay que someter el método a uno.”
“Porque la conducción es un método de acción; vale decir, es el método en acción.
La política y su conducción es, simplemente, la lucha de dos grandes voluntades contrapuestas;
ésa es la política.
“La conducción no se aparta de las leyes naturales de la vida, porque es una actividad de la vida.
Quien crea que la conducción no es la vida, se equivoca. La conducción es la vida en acción,
es la vida misma, es la vida propia y la vida de los demás.
Eso es la conducción.
Por eso, quien se dedica a la conducción debe ser profundamente humanista.
Se conducen hombres y se conducen pueblos; las demás cosas las conduce Dios”.
“Creo yo que en la conducción es fundamental hacerse un plan de acción.
El plan de acción tiene, casualmente, la virtud, en primer término, de llevar al hombre a la
obligación de saber bien qué es lo que quiere, fijar sus objetivos, y en segundo lugar, perseverar
en la dirección de ese objetivo para alcanzarlo”.
“Dijimos que la conducción está formada —para nosotros los políticos— por tres grandes
sectores: primero, diremos, la parte viviente del arte, que es el artista, el conductor: segundo, por
la parte inerte del arte, que es su teoría, y tercero, por la parte formal del arte, o sean las formas
de ejecución, muchas de las cuales son, en cierta manera, totalmente mecánicas”.
“La conducción es posible sólo mediante esta perfecta coordinación entre la concepción y la
ejecución, así como también entre los medios que transmiten y ejecutan en el campo de la
acción la concepción de una dirección centralizada.
Esto es fácil también de enunciar en líneas generales, pero muy difícil de realizar”.
“La regla de la conducción es la oscuridad. Siempre está uno en un tembladeral.
El secreto está en saber caminar por ese tembladeral con una orientación y teniendo un objetivo
que no le permita perder el camino. La conducción nunca es segura, porque la situación siempre es confusa”.
Domingo Arcomano propone la definición de conducción como «coordinación y dirección hacia
una meta común” que aunque no sea de Perón me parece que es adecuada.
“Lo que aquí se puede enseñar, en la Escuela, es lo que conforma toda la teoría de la
conducción, que es simple” (son los “principios” que veremos luego).
“El hombre se capacita para la conducción, en distintos grados. Luego, la conducción se puede
alcanzar; uno se puede capacitar, no aprender, que no es el término exacto, sino capacitar,
porque presupone la educación del alma y la educación intelectual”.
“La conducción puede ser objeto de capacitación”.
“Los hombres de criterio, por el ejercicio permanente de su capacidad intelectual, impulsada por
los factores morales, pueden llegar a ser un día conductores, sin necesidad de nacer genios”.
DEFINICIÓN DE PERÓN: «La conducción es un sistema de acción que coordina
perfectamente la concepción y la acción y, por otra parte, establece los grandes principios que dan unidad a la concepción y unidad a la acción, y que pone en correspondencia a los elementos directores de la conducción, vale decir, al conductor mismo con los intermediarios de la conducción, que son las fuerzas destinadas a encuadrar la organización y luego, con el elemento básico de la conducción, que es el Pueblo». (Perón, Conducción Política Pág.)
1.1.2.- La comprensión.
«La conducción se comprende o no, pero no se aprende. Es el ejercicio del criterio, y el que
tiene criterio puede realizar una conducción racional, pero el que no pone en juego su criterio y
pretende reemplazarlo por la retentiva o por la memoria, no llega a realizarla nunca. Por eso no
es tampoco la conducción misma la que enseña la conducción. Es más bien una facultad de la
comprensión».
Perón utiliza esta palabra “comprensión”, “comprender” durante todo el texto y en 86 veces. La
repite de muchas maneras para que lleguemos a penetrar su significado. Iremos a la definición
de “entender” y “comprender” a fin de tener una idea más clara de esta palabra “esencial” para
Perón.
El significado de “entender” es más racional y superficial: “entender palabras” significa en
primera instancia “escuchar” (acústica) y “conocer / identificar / traducir” lo que significan las
palabras.
El significado del verbo “comprender” es más profundo y está relacionado con ideas, mensajes y
emociones/sentimientos que se encuentran detrás de las palabras. Es decir, para “comprender”
algo necesitas “entender el sentido”, el mensaje más profundo o el sentimiento que está
relacionado con las palabras.
Diferencias entre aprender, entender y comprender”, que consideramos ayuda a captar mejor lo
que Perón nos quiere decir con la palabra “comprender” y por qué le da tanta importancia en
Conducción Política.
Aprender significa sujetar, sostener, memorizar, agarrar una idea, un concepto.
Cuando hablamos de “entender” es que estamos en camino a profundizar en la cosa. Es saber
la estructura interna, es conocer la condición. Es saber qué son esas líneas o elementos que
unen a los conceptos o que los separan. Sé lo que es un sonajero y sé la diferencia con la
guitarra (instrumento de cuerdas).
Mientras que “comprender”, etimológicamente hablando, significa abrazar, rodear a algo,
rodear la cosa, la realidad. Y para rodear la cosa tengo que estar por encima de la cosa, mirar
desde arriba, desde afuera. Porque si no, no la puedo rodear.
Comprender es tener una visión mayor, más abarcadora sobre una realidad o actividad. Es un
proceso más profundo que requiere más conceptos, que requiere manejar y entender los
conceptos que has aprendido y tener una visión de conjunto y un elemento o motivo para
hacerlo.
La escuela, es una escuela de aprendizaje, la universidad o la vida es una condición de
entendimiento. Mientras que el doctorado o postdoctorado son condiciones de comprensión. Se
trataría de desarrollar lo que Perón llama “la facultad de la comprensión”.
“Comprender” es hacer propio lo que se entiende, “hacerlo carne” y actuar en consecuencia”.
Por eso Perón agrega: “Hemos querido determinar que hay una condición que en el que abraza
la conducción no puede faltar, que es la penetración, la penetración profunda. Por eso hay
hombres que durante toda su vida han hecho conducción sin comprenderla y otros que nunca
han conducido pero que saben conducir porque han comprendido la conducción. Esto es, en
pocas palabras, el fenómeno de la conducción”.
Todo lo que alcancemos a “comprender” tiene por objetivo, por finalidad, que podamos
desarrollar “el criterio” para la acción. Criterio entendido como “capacidad para adoptar una
opinión, un juicio o una decisión ante un problema o realidad determinada”.
Criterio que será la “base” de nuestras “convicciones”.
«Debe utilizarse un método lo suficientemente activo como para que los hombres se capaciten
para obrar, para que pongan en juego su actividad, pero que la pongan en forma criteriosa, en
forma capaz de llegar a conclusiones constructivas, y que a la vez tengan la fuerza motriz
suficiente para realizar, porque lo sublime de la solución, como lo sublime de los principios,
como lo sublime de las virtudes, no está en la enunciación sino en la práctica de esas virtudes,
de esos principios”.

