Néstor Kirchner: No les tengo miedo
La columna de Cultura de María Macaya
Octubre11, 2020
El nuevo libro sobre Néstor Kirchner
El periodista y subdirector artístico de Radio Nacional, Gustavo Campana es el autor del libro sobre la biografía del expresidente de la Nación Néstor Kirchner, que será publicado próximamente por la editorial Colihue.
Con prólogo de Ricardo Forster y epílogo de María Seoane, este trabajo refleja la vida del que fuera gobernador de Santa Cruz desde el año 2003 cuando asumió la Presidencia de la Nación hasta su muerte.
Otros libros que integran la obra de Campana son Recuerdos del peronismo (Funes, el memorioso), Tribunas sin pueblo, Prontuario, Culpables.
En palabras del autor, Néstor Kirchner fue quien con apenas el 22% de los votos, supo interpretar el tiempo político que vivía la Argentina en 2003, cuando entre otras cosas el aparato productivo estaba destruido.
La pelea con el poder real, la conquista de derechos, el No al ALCA, el proyecto de país frente a un modelo de colonia, la defensa de los derechos humanos, el acto simbólico de bajar el cuadro de Videla, refleja para Gustavo Campana la mejor forma de mostrar a Néstor Kirchner.
En su contratapa nos dice,
“No fue el primero que cargó con la obligación de mitigar el dolor y contener la angustia de los desterrados. Tampoco fue el último en encabezar, uno de los tantos cíclicos regresos del pueblo a casa. Pero el destino le dio un mandato, justo cuando los contratos sociales habían sido
dinamitados por la crueldad de las corporaciones. Una misión con resultado puesto, fracaso seguro. Trabajo que para sus pares era tan imposible, como suicida.
El archivo confirma que la tozudez de los condenados no tiene fecha de vencimiento y paralelamente, asegura que siempre se necesita de la claridad y la valentía, del que sabe que la osadía lo convertirá en el objeto del deseo más preciado del enemigo.
La herencia de liderazgo para conducir en la revancha, casi siempre aparece vacante en la tormenta. Capitanía demonizada, hierro caliente, protagonismo maldito para los que eluden por generaciones el compromiso de ser David frente al Goliat más despiadado.
Néstor fue otra oportunidad, cuando la política estaba muerta y el país no tenía destino. El hombre inesperado que se convirtió en el Presidente indispensable, en aquella Argentina mal herida pos 2001, era parte de una generación que había heredado las mejores tradiciones de un campo
nacional y popular, dispuesto a recuperar las banderas tantas veces como sea necesario.
Rompió el libreto que el poder real había escrito para nuestro destino y ensanchó la ilusión hacia la Patria Grande, convencido que no había otra salida que la unión continental para romper los mandatos de achique, ajuste y deuda.
A principios del siglo XXI el modelo de país estaba en vidriera, era un producto discontinuado sobre el que habían lanzado un feroz proceso de liquidación y la incertidumbre reinaba en soledad en la mesa de millones de familias. Los bolsillos vacíos, el hambre y la falta de trabajo, encabezaban la desesperación. Los que no podían distinguir a su verdadero enemigo entre la bruma, cuando creyeron haberlo encontrado en los sirvientes del establishment, salieron a la calle a sumar gotitas de un mar embravecido que amenazaba con ahogar a los procesos históricos que les habían dado derechos, patria y justicia. Fueron por la política, la misma que había instalado sufragio universal y secreto, leyes obreras, industria nacional, voto femenino, independencia económica y grito
soberano sobre tierra ocupada, entre centenares de sueños utópicos convertidos en realidad.
Kirchner inició el nuevo tiempo de la identificación de los verdaderos culpables y en medio del “que se vayan todos”, les puso nombre y apellido a los que nadie echaba. Identificó desde la Rosada al poder real, que siempre se oculta detrás de las miserias políticas de traidores y verdugos.
Lejos de ocupar el lugar que los “dueños” soñaban para él, reinstaló palabras eternas que se habían convertido en descarte. Porque no les tuvo miedo, el Flaco recuperó al Estado venciendo al absurdo sofisma del mercado sanador. Porque no les tuvo miedo, sembró esperanza en los pibes, relanzó la pelea de los veteranos y transformó sus convicciones en eternidad. Una ráfaga. Apenas un ratito, entre 2003 y 2010.”
Buen domingo para todas y todos.